El tapón mucoso es el conjunto de secreciones mucosas y gelatinosas que taponan el conducto central del cuello del útero desde la quinta semana del embarazo, formando una barrera que lo mantiene aislado del exterior, evitando que puedan entrar bacterias.
El tapón mucoso se empieza a desprender cuando el cuello del útero comienza a dilatarse, indicativo de que el parto puede producirse en horas, días o semanas. En ese caso podemos notar una sustancia espesa y viscosa (no debemos confundirlo con el flujo vaginal) de color transparente, amarillento, marrón o rosa (con algo de sangre). Puede perderse de una sola vez o durante días, incluso podemos expulsarlo sin ser conscientes de ello.
En caso de darnos cuenta de que lo hemos expulsado, acudiremos al ginecólogo quien nos indicará cómo proceder. Nos dirigiremos al hospital en caso de expulsión precoz del tapón mucoso, si perdemos abundante sangre roja, si rompemos aguas o tenemos contracciones de parto.
Durante el último mes de embarazo se recomienda prescindir totalmente de la bañera ya que el tapón mucoso podría estar ablandándose y expondríamos al útero a infecciones innecesarias.
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El diario del bebé