Cuando los parásitos que se encuentran comúnmente en los intestinos de los perros y los gatos infectan a un ser humano, le provocan una enfermedad denominada "toxocariasis" (o larva migrans visceral). La toxocariasis suele afectar a niños menores de 10 años. Los niños que más se exponen a contraer esta enfermedad son los que se meten cosas en la boca y/o aquellos cuyas familias tienen perros y/o gatos
Por Redacción, 03-07-2016 00:20:00El Diario del Bebé.
Muchos niños no presentan ningún síntoma pero, en el caso de que los presenten, pueden tener fiebre, tos, resuello o respiración sibilante, dolor abdominal, agrandamiento del hígado o del bazo, falta de apetito, erupción que a veces adopta la forma de la urticaria y ganglios linfáticos inflamados.
La toxocariasis también puede afectar a los ojos, provocando una reducción de la visión, inflamación alrededor de los ojos o bizquera. Si no se trata, esta enfermedad puede provocar lesiones en la retina (la parte posterior del ojo que capta la luz).
La mayoría de los casos de toxocariasis no se diagnostican y no causan problemas. Algunos casos de toxocariasis se diagnostican durante una revisión ocular ordinaria o en radiografías realizadas por otros motivos.
La toxocariasis es una infección provocada por las larvas de unas lombrices parasitarias (Toxocara canis y Toxocara cati) que suelen vivir en los intestinos de perros y gatos. Los huevos de estas lombrices se eliminan a través de las heces de estos animales y pueden contaminar los lugares donde juegan los niños. Los niños se pueden tragar estos huevos, sobre todo aquellos a quienes les gusta meterse cosas en la boca y que no se lavan las manos a menudo.
Una vez dentro del cuerpo del niño, el cascarón de los huevos se rompe y salen las larvas, que atraviesan las paredes del tubo digestivo y migran hacia el hígado, los pulmones, los ojos y otras partes del cuerpo.
La toxocariasis suele afectar a niños pequeños de entre 2 y 7 años, pero puede ocurrir a cualquier edad. No se puede contagiar de una persona a otra.
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