El Diario del Bebé.
Las dos afecciones bucales más frecuentes en los niños son los traumatismos y la caries. ¿Quieres saber más sobre ellas?
LOS TRAUMATISMOS DENTALES
Son lesiones muy prevalentes en la infancia. Estadísticamente son más frecuentes en niños que en niñas debido al tipo de juegos que suelen realizar. Suelen afectar principalmente a los incisivos superiores, ya que el golpe que causa la lesión suele ser directamente en ellos.
Destaca sobre todo tres franjas de edad en este tipo de accidentes:
¿Cómo debemos actuar ante un traumatismo dentario?
Lo ideal será mantener la calma pero intentar darse prisa, ya que el pronóstico y la recuperación será tanto mejor cuanto más rápido se atienda al paciente.
Muchas veces es difícil mantenerse tranquilo puesto que los padres y los propios niños experimentan una gran ansiedad ante este problema y sus posibles consecuencias, pero debemos intentar estar serenos y transmitirle confianza al niño para aliviar su preocupación.
Si el accidente que ha causado el traumatismo ha venido acompañado de desmayo, pérdida de conciencia, vómitos o náuseas o fuertes dolores de cabeza, se debe acudir a urgencias por su hubiera un traumatismo más grave.
En caso de que sólo estén afectados los dientes, será interesante acudir a una clínica dental lo antes posible donde, tras explorar al niño, probablemente le realizarán una radiografía para pautar el tratamiento adecuado.
¿Es diferente dañar un diente temporal que uno definitivo?
En principio, las lesiones en dientes temporales van a tener menos consecuencias a largo plazo pero será el dentista quien realizará el diagnóstico y verá si una lesión en un diente temporal puede afectar a la raíz del diente y al definitivo en formación.
Existen numerosas técnicas para sujetar dientes que se mueven por un golpe u otros motivos. La actuación ideal siempre será acudir a un especialista cualificado que diagnostique y trate la lesión.
LA CARIES DENTAL
Esta enfermedad infecciosa, que puede suponer incluso la pérdida de piezas dentarias, es una de las mayores razones por las que se visita al dentista en la infancia y es necesario tratarla cuanto antes, incluso en los dientes de leche.
A pesar de parecer bastante banal, será importante eliminarla para evitar daños mayores, como que la infección que la causa pueda extenderse a otras zonas incluso del organismo.
Las causas y factores que favorecen su aparición son múltiples:
¿Cómo se puede prevenir?
La principal acción para evitar la aparición de la caries es disminuir los azúcares en la dieta y sobre todo, extremar la higiene bucal usando los productos adecuados para la edad y situación del niño.
Un niño debe usar el dentífrico adecuando. En el mercado existen distintas opciones en función de si el niño tiene dientes de leche, dientes definitivos o si ya puede usar el mismo dentífrico que sus padres. Con trece años se considera que ya puede usar pasta de “adulto”.
El niño tendrá que aprender a cepillarse los dientes correctamente (su dentista le enseñará) y durante un tiempo mínimo de dos minutos tres veces al día.
Resulta interesante añadir al dentífrico un colutorio de flúor que paute el dentista para fortalecer el esmalte dental e incluso existe la posibilidad de aplicar barnices de flúor en niños con gran tendencia a sufrir caries.
En resumen, la prevención de la caries pasa por una modificación de la concentración de azúcares en la dieta y el uso correcto de cepillos y pastas de higiene dental específicos para la edad del niño en cuestión.
¿Cómo se trata?
Si se detecta una caries, bien por dolor en el diente o porque se ve un daño en el mismo, hay que acudir al dentista. Probablemente el dentista tenga que realizar un empaste en el diente. Se trata de una técnica poco molesta o invasiva pero extremadamente necesaria.
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