La aparición del primer diente del bebé es motivo de alegría para toda la familia. Por lo general, el primer piquito suele hacer su aparición entre los cinco y ocho meses de vida, considerándose normal una variación de seis meses. Habitualmente salen antes en las niñas que en los niños, retrasándose en los bebés prematuros.

Los veinte dientes de leche suelen haber hecho su aparición antes de los tres años y, en principio, acompañarán a nuestro hijo hasta los seis o siete años, edad en la que se producirá su caída. A modo de curiosidad, los dientes de leche reciben este nombre por su blancura, no por su abundancia en calcio.

Se han dado casos poco frecuentes de que un bebé nazca con uno o dos dientes o de que le salga alguno durante sus primeras semanas. Aunque será el pediatra quien lo valore, este hecho no suele ser causa de preocupación.

EL ORDEN DE APARICIÓN

Si observamos las encías entre los cuatro y siete meses de edad del bebé, es probable que empecemos a notar las primeras muestras de que los dientes quieren empezar a salir (estarán más blanquecinas).

El orden de aparición suele variar entre niños y hay muchos que se estrenan luciendo primero los dos dientes frontales superiores en vez de los inferiores. Los plazos de aparición dependen de varios factores como los genéticos, el tipo de alimentación, ritmo de desarrollo, crecimiento, etc… A modo orientativo, el orden más habitual suele ser el siguiente:

• Incisivos (8) entre los 5 y los 15 meses

• Premolares (4) entre los 12 y 15 meses

• Caninos (4) entre los 18 y 24 meses

• Segundos premolares (4) entre los 24 y 36 meses

Según vayan apareciendo los dientes, los lavaremos a diario con una gasita esterilizada. A partir de los dos años, podremos ir enseñando al niño a lavarse los dientes con un cepillo de dientes específico para su edad, aunque no será hasta los tres cuando lo haga él solito.

ALIVIAR EL PROCESO

Con el inicio de la dentición, es probable que el bebé comience a babear más y aumente su interés pormorder los objetos. Las glándulas salivales comienzan a funcionar más deprisa, lo que le ayudará a digerir nuevos alimentos. Además, la saliva funciona como barrera contra los microorganismos.

Cada niño vive de manera distinta esta etapa; a veces resulta un proceso doloroso (dolor de encías, irritación en el culete, ligero aumento de la temperatura, caquitas sueltas), algunos bebés están más irritables y en otros es posible que los patrones de sueño y alimentación sufran variaciones. Por lo general, la salida de los dientes no ocasiona fiebre alta ni diarrea. Ante cualquier duda, lo más indicado es consultar con el pediatra.

Algunas recomendaciones que pueden aliviar al bebé:

• Secar las babas del bebé con una gasita seca para evitar la irritación de la piel y prevenir la aparición de hongos especialmente en barbilla y cuello. El pediatra puede recomendarle una pomada antiescoceduras.

• Ponerle un babero con forro de plástico para que no se moje la pechera, evitando así que coja un resfriado.

• Ofrecerle mordedores para que descargue tensión y le dé tranquilidad. Algunos pueden introducirse en la nevera para que el frío mitigue el dolor, nunca en el congelador (le quemaría la encía).

• Darle un masaje en la encía con el dedo índice mojado en agua muy fría.

Twitter

Facebook

Menéame

Linkedin