Los beneficios de dar de mamar son de sobras conocidos. Se sabe, por ejemplo, que la leche materna determina la flora bacteriana del recién nacido. Sin embargo, su composición, así como el papel biológico que juega, sigue sin conocerse. Hasta ahora, que investigadores españoles ha identificado las bacterias que contiene la leche materna
Por Redacción, 18-11-2015 08:04:00El Diario del Bebé.
El estudio, publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, revela una mayor diversidad microbiana de la inicialmente pensada: algo más de 700 especies. Resultados que pueden determinar las variables perinatales y postnatales que influyen en la riqueza microbiana de la leche. En unas muestras de calostro, el líquido que secretan las mamas los días que suceden al parto, han encontrado más de 700 especies de estos microorganismos, más de los que inicialmente esperaban los expertos. También analizaron la leche madura, recogida después de uno y seis meses de lactancia materna, en la que se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal.
“Todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición”, apuntan los coautores del estudio, María Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Alex Mira, investigador del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA).
El estudio también revela que la leche de las mujeres con sobrepeso y de las que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo contiene menor diversidad de especies. El tipo de parto también afecta al microbioma de la leche materna: la producida por las madres sometidas a cesáreas programadas es más pobre en microorganismos que la de las mujeres con parto vaginal. En cambio, cuando la cesárea es no programada, la composición de la leche resulta ser muy similar a la de las madres con partos vaginales.
Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel importante: “La falta de señales de estrés fisiólogico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.
Dado que las bacterias presentes en la leche materna representan una de los primeros contactos con los microorganismos que colonizan el sistema digestivo del bebé, los investigadores están trabajando ahora en determinar si su papel es metabólico –ayuda al lactante a digerir la leche– o inmunitario –ayuda a distinguir los organismos beneficiosos de los extraños–.
Para los autores, los resultados abrirán nuevas vías para diseñar estrategias de alimentación infantil que mejoren la salud del bebé. “Si las bacterias de la leche materna descubiertas en este trabajo fueran importantes para el desarrollo del sistema inmune, su adición a la leche de fórmula podría disminuir el riesgo de alergias, asma o enfermedades autoinmunes”, concluyen.
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