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La estimulación ovárica
Por Redacción, 23-05-2018 08:43:00
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El Diario del Bebé.

La estimulación ovárica, una técnica de baja complejidad aunque en la actualidad se tiende a utilizarla como complemento de otras técnicas.

Se trata simplemente de inducir un proceso de ovulación mediante la administración de hormonas sintéticas para hacer que los ovarios trabajen y liberen ovocitos – por lo general, varios más que en una ovulación natural, donde por lo general se libera uno o en ocasiones dos, muy rara vez tres y nunca más de cuatro –

Es un tratamiento que se indica cuando la mujer no produce óvulos naturalmente, para ayudar a sus ovarios a trabajar. En ocasiones, este simple tratamiento es todo lo que hace falta, cuando lo que se busca es superar una deficiencia ovárica. Pero muchas otras veces, esta técnica se aplica para obtener un buen número de ovocitos que se utilizarán para fecundación in Vitro. También puede combinarse con inseminación artificial para aumentar las posibilidades de lograr el embarazo.

Un ciclo de estimulación ovárica dura unas dos semanas – lo mismo que tarda el cuerpo femenino para ovular naturalmente, desde el primer día del nuevo ciclo cuando se produce la menstruación.

Este método permite garantizar y anticipar el momento exacto de la ovulación así como la correcta maduración del óvulo que se utilizará para el siguiente procedimiento.

En la estimulación ovárica la mujer debe aplicarse a diario y a partir del tercer día a partir de que se presenta la menstruación, una dosis de hormonas artificiales que estimularán sus ovarios. Dependiendo de variables como la edad, la morfología de los ovarios, la masa corporal, la analítica hormonal y la respuesta a la estimulación en ciclos previos, es que se decidirá por una inyección subcutánea o intramuscular.

En ocasiones, cuando lo único que se persigue es que el ovario trabaje con normalidad y lograr luego un embarazo espontáneo o bien mediante inseminación, las hormonas pueden administrarse en forma oral en dosis más bajas. Lo que varía en un caso y otro, son las dosis utilizadas, pues para una posterior IV es necesario tener varios ovocitos, mientras que si se busca un embarazo natural, alcanza con tener uno o dos.

Asimismo, se inhibe durante el proceso hipofisario – de las hormonas naturales – para que no interfieran en el ciclo.

Una vez que mediante pruebas de sangre y ecografías se llega a obtener uno o varios folículos de 18 milímetros, se aplica en todos los casos una única inyección de hormona HCG que tienen la función específica de liberar esos ovocitos. El paso siguiente es indicar a la mujer que tenga relaciones sexuales con su pareja, llevar a cabo una inseminación artificial, o bien extraer los ovocitos para fecundarlos en forma artificial para la obtención de embriones que luego serán transferidos a la madre.

En cualquier caso, la estimulación ovárica implica cierto riesgo de embarazo múltiple, con los riesgos que eso conlleva. Pero en general, con el seguimiento ecográfico del crecimiento de los folículos, es un riesgo relativamente evitable, aunque no del todo – en caso de embarazo natural o inseminación artificial, dado que en los restantes tratamientos, se controla directamente el número de embriones transferidos.


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Tags:bebé,   embarazo,   lactancia,   ,  
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