El Diario del Bebé.
Si la prueba ha resultado positiva, o sigue sin bajarte la regla, debes acudir a tu ginecólogo. Los análisis de sangre y orina confirmarán el embarazo pero, además, si te realiza una ecografía transvaginal se observará el saco gestacional a partir de la cuarta semana de embarazo y, hacia el final de la quinta semana, puede apreciarse el latido cardiaco del embrión en desarrollo.
Antes de la cuarta semana, sin embargo, no es posible detectar la presencia del embarazo con la ecografía, ya que el rango de resolución de esta prueba es a partir de un milímetro, tamaño que no alcanza todavía el producto de la gestación. Por este motivo, se utilizan los análisis de laboratorio, porque el análisis de sangre, por ejemplo, permite confirmar el embarazo antes incluso del retraso de la menstruación.
El ginecólogo te consultará acerca de la fecha de tu último periodo, pero si tus ciclos no son regulares, podrá comprobar la edad gestacional gracias a la ecografía que, cumplidas cinco semanas de embarazo, proporciona datos sobre las características embrionarias.
También puede solicitar un análisis cuantitativo de la gonadotropina, porque los valores de esta hormona se corresponden con el grado de desarrollo del embarazo, y que los niveles no sean los adecuados puede indicar que hay alguna anomalía como un embarazo ectópico, o que existe riesgo de aborto.
¿En qué consiste la prueba?
La prueba del embarazo es una prueba fiable, muy fácil de realizar y cuyo funcionamiento es muy sencillo, ya que confirma si estás embarazada cuando detecta en tu orina la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG).
Puedes adquirir el test de embarazo en la farmacia, y debes leer atentamente las instrucciones antes de utilizarlo. Es aconsejable que te hagas la prueba con la primera orina de la mañana, ya que es la que presenta mayor concentración de gonadotropina. Debes aplicar unas gotas de orina en la zona del dispositivo indicada para tal fin, o incluso colocar esta parte bajo el chorro de orina directamente. Tras unos minutos, la sustancia impregnada en el dispositivo reacciona ante la presencia de la hormona y, dependiendo del test, te ofrece los resultados mediante un cambio de color o un signo positivo (+) o negativo (-).
Esta prueba, si se realiza correctamente, es muy raro que dé falsos positivos, pero debes tener en cuenta que existen otras condiciones que pueden mantener elevados los niveles de gonadotropina durante un tiempo, como ocurre por ejemplo tras un parto o un aborto.
Si el resultado es negativo puede deberse a que el nivel de hCG en sangre todavía no es suficiente, por estar muy a principios del embarazo, por lo que puedes repetirte la prueba en unos días.
Estos test son cada vez más sensibles y, dado que la hormona ya se encuentra en la sangre y orina de las embarazadas incluso diez días después de la concepción, pueden detectar la hCG cuando la regla sólo lleva uno o dos días de retraso, es decir, tan solo 15 o 16 días después de haber mantenido relaciones sexuales, cuando los niveles de gonadotropina son todavía bajos. Para evitar falsos negativos, sin embargo, lo mejor es que esperes a que la regla se te haya retrasado entre 6 y 10 días.
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