El Diario del Bebé.
Con la edad, la función reproductiva femenina se deteriora progresivamente. En mujeres de más de 35 años, este proceso se acelera y alcanza un tope a los 45 años. Además de los óvulos, que con los años se vuelven más propensos a diferentes anomalías cromosómicas, el útero también envejece, si bien sólo en algunas mujeres (10-20%). En ambos casos, la hormona de crecimiento puede actuar contra el envejecimiento reproductivo
Con la edad, la función reproductiva femenina se va deteriorando progresivamente. En mujeres de más de 35 años, este proceso se acelera y alcanza un tope a los 45 años.
Además de los óvulos, que con los años se vuelven más propensos a diferentes anomalías cromosómicas, el útero también envejece, si bien sólo en algunas mujeres (10-20%). En ambos casos, la hormona de crecimiento puede actuar contra el envejecimiento reproductivo.
En un estudio realizado hace 4 años en la Clínica MARGen de Granada, se comprobó que la tasa de embarazo con óvulos donados se sitúa de media en el 80% de los casos cuando la donante tiene menos de 25 años y no se congelan los óvulos. Este porcentaje baja al 60% con óvulos congelados (vitrificados) y con donantes entre 25 y 35 años (límite legal).
“La cuestión era saber qué ocurría con ese 20% de mujeres que, en ninguno de los casos, quedaba embarazada”, comenta el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen. En el estudio, realizado el pasado año por el mismo equipo, se trató con hormona de crecimiento a un grupo de mujeres con un fracaso de FIV con óvulos donados y, en su mayoría, quedaron embarazadas.
De acuerdo con las conclusiones de este estudio, “entre el 10 y el 20 por ciento de mujeres de más de 40 años que conservan su receptividad uterina intacta, necesitan la hormona de crecimiento para quedar embarazadas con óvulos donados”, indica el doctor Tesarik. “El problema - añade - es que todavía carecemos de criterios que permitan identificar ese 10-20% y la mejor opción es extender el tratamiento a todas las pacientes en esa situación, ya que su coste no resulta relevante en el conjunto del tratamiento”.
El doctor Tesarik contempla el desarrollo de métodos diagnósticos que permitan identificar ese 10-20% de mujeres para la que resulta necesario este tratamiento. “Para avanzar más rápido -indica- hemos creado un grupo de trabajo que reúne a los principales especialistas internacionales en la hormona de crecimiento. El objetivo es disponer cuanto antes de criterios objetivos y fiables para identificar estas mujeres y tratarlas de la manera más adecuada para hacer realidad su deseo de ser madres”.
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