Los trastornos del tiroides en el embarazo aumentan el riesgo de aborto, de prematuridad y de menor capacidad intelectual en los hijos. Un mal control de esta patología aumenta el riesgo de abortos y de prematuridad, así como de que los hijos tengan una disminución en sus capacidades intelectuales
Por Redacción, 12-01-2015 10:11:00El Diario del Bebé.
El hipotiroidismo es una producción deficiente de hormonas tiroideas. Es la enfermedad más frecuente del tiroides, que padecen casi 700.000 personas en España (en torno al 2% de la población). Cansancio crónico, debilidad, piel seca, intolerancia al frío, caída de pelo, dificultad de concentración, mala memoria, estreñimiento y aumento discreto del peso corporal, son algunos de los síntomas que se presentan en las personas que lo padecen cuando es severo. Si es poco intenso puede pasar desapercibido, descubriéndose al hacer análisis de sangre.
Existen tres grandes grupos o poblaciones de riesgo en los que tiene mayores consecuencias el hipotiroidismo no tratado -los escolares, la mujer en edad fértil y las embarazadas.
Embarazo y fertilidad
Si bien lo ideal es que las mujeres embarazadas revisen su tiroides al menos una vez al principio del embarazo e incluso antes, cuando se planifica el embarazo, en el caso de una mujer embarazada que ya está recibiendo tratamiento por un trastorno tiroideo es aconsejable que se revise su tiroides cada 6-8 semanas. Esto garantizará que la glándula tiroides funcione de forma normal. A este respecto, es recomendable que las mujeres embarazadas fueran suplementadas con yodo, igual que ya lo son con ácido fólico. No obstante, la suplementación de yodo en el embarazo no se da a todas las mujeres en nuestro país.
Por otra parte, estudios recientes han demostrado que existe una relación directa entre un funcionamiento deficitario de la glándula tiroides y la subfertilidad, es decir, una mayor dificultad por parte de la mujer de llevar a buen término sus embarazos. Cada vez son más frecuentes trabajos en los que se comprueba cómo el tratamiento con hormona tiroidea a mujeres con hipotiroidismo mejora los resultados de las técnicas de reproducción asistida”.
Consumo de yodo recomendado en las diferentes etapas de la vida
Niños prematuros
>30 µg/kg
Niños < 6 años
90 µg
De 6 a 12 a años
120 µg
> 12 años y adultos
150 µg
Embarazo y lactancia
200-300 µg
En definitiva, debe garantizarse que la población consuma una cantidad suficiente de yodo. Distinta según la edad, género y estado fisiológico. Para la población, en general, incluyendo a los niños en edad escolar, se aconseja que al día consuman un mínimo de 150 mcg de yodo. Una cantidad que puede obtenerse fácilmente consumiendo sal yodada. Del mismo modo, es importante que se adapten los rangos de función tiroidea, ya que éstos no son los mismos en embarazadas que en el resto de la población, de forma que hay que tenerlo en cuenta en el momento de diagnosticar y tratar un trastorno relacionado con el tiroides.
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