Tal como apuntaba en el artículo anterior, 'El papel de la matrona', esta profesional se asocia más a estar embarazada que a la etapa de preembarazo.
CUANDO QUEREMOS QUEDARNOS EMBARAZADAS.
Tras un par de meses sin lograr embarazo, algunas mujeres piensan que no pueden tener hijos o que algo falla, y no tiene por qué ser así. Este es un motivo por el que podemos acudir a la matrona.
En esta consulta que llamamos visita preconcepcional, la matrona da información respecto a qué hacer antes del embarazo. En la visita se abre una pequeña historia clínica de la mujer haciendo hincapié en el aspecto ginecológico y reproductivo. Es decir, la mujer nos habla del tiempo que lleva intentando el embarazo, el tipo de método anticonceptivo que usaba, cuándo tiene relaciones sexuales o sus hábitos de vida.
La matrona hablará con la mujer sobre su estado de salud, comentará medidas que mejorarán el embarazo y ciertos hábitos a evitar que pueden dañar la gestación. Una vez más, informar y tranquilizar. Algunas veces hay que hacer pruebas pero otras solo es necesario conocer un poco más las cosas, saber esperar… y organizar una buena cena romántica.
Otros aspectos de los que se habla son el ciclo de la ovulación de la mujer y los mejores momentos para quedar embarazada, así como dar a conocer los productos que están en el mercado y que indican cuando es el mejor momento para concebir.
CUANDO NOS ENTERAMOS DEL EMBARAZO
En la primera visita con la matrona nos dará información sobre el proceso médico: el calendario de las pruebas, cuáles serán, las visitas y los profesionales que nos atenderán. También solicitará las primeras analíticas y ecografías. En esa primera vista, se habla de los cuidados de salud en el primer trimestre, cuando el bebé está formándose. También nos dirá lo que es normal y lo que no, para saber cuándo acercarnos al hospital.
En sucesivas visitas responderá dudas que tengamos y ofrecerá información -y a veces solución- a diferentes molestias que puedan aparecer.
El rol más conocido de la matrona es el de ser pieza clave en los grupos de preparación al parto. Embarazo, parto y postparto tienen muchos mitos y creencias asociadas. Un objetivo de estos cursos es informar, cambiar el mito por el conocimiento y el miedo por la capacidad de afrontar y superar la situación. Otro objetivo es fomentar el vínculo entre padres e hijos, puesto que cuanto más nos pongamos en la piel del bebé, mejor le entenderemos y cuidaremos, sintiendo que la crianza de un hijo puede ser gratificante y tranquila.
Las clases tienen una parte teórica y otra práctica. En algunas ocasiones, estas clases incluyen una visita al centro donde se asistirá el parto, por lo que la mujer gana confianza al poder ver y situar las explicaciones que recibe. Hay que recordar que para muchas mujeres el parto es su primer ingreso hospitalario y esto añade angustia a la que pueda existir.
En los grupos hablamos principalmente de la normalidad de los procesos, bien sea del embarazo, parto, postparto o crianza más inmediata. Personalmente, me gusta dar explicaciones que permitan generar expectativas más amplias, ya que la mujer suele tener ideas muy concretas de cómo transcurrirá todo, y raras veces pasan las cosas como imaginamos.
Claramente el parto es un tema central y suscita muchas preguntas de todo tipo: cómo reconocer los signos de inicio de parto, cómo manejamos el dolor, cuándo y por qué ir al hospital, qué llevar en la canastilla o qué esperar del hospital que nos atenderá, esto último hablado desde la pluralidad de tipos de hospital y modos de trabajar.
Otros temas de los que se trata son la anatomía del cuerpo de la mujer, los cambios físico y psíquicos que se producen y cómo evitar o mejorar las molestias habituales. Hablamos del postparto, ese tiempo de luces y sombras y de ajustes importantes al nuevo rol. Hablamos también sobre la alimentación del bebé, tanto lactancia materna como de fórmula, aunque dedicamos más tiempo a la primera por su mayor complejidad. Hablamos de los cuidados del recién nacido y de algunos temas de crianza.
En el aspecto práctico, trabajamos la respiración, la relajación y el esquema corporal de la mujer embarazada. Centrándonos en el parto, los movimientos y ejercicios que favorecen que el proceso sea más rápido y seguro. Y por último, hablamos del masaje de periné y la importancia de mantener un suelo pélvico en forma.
Espero haber transmitido por qué aconsejo la visita a la matrona cuando tratamos de embarazo. Como decía antes, si hay miedos, ponerles nombre y si hay dudas, cambiarlas por información.
* María José Ordeig es matrona, asesora de lactancia materna y educadora de masaje infantil, impartiendo talleres en España y Estados Unidos. Ha desarrollado su labor en sala de partos, atención primaria y clases prenatales. Todos los jueves a las 19:30 está disponible en el Consultorio de Facebook para resolver las dudas de nuestros lectores.
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