El Diario del Bebé.
En la mujer
La causa más frecuente son las alteraciones en la ovulación. Generalmente, esto se refleja en una ausencia de menstruación (amenorrea) o irregularidad de la misma. Estos problemas pueden tener un origen médico, pero también pueden estar causados por el estilo de vida. El estrés, la alimentación, la práctica de deporte acostumbran a alterar el equilibrio hormonal femenino.
También puede ocurrir que la producción de óvulos sea normal, pero que el óvulo fecundado o cigoto no pueda implantarse en el útero porque las trompas de Falopio (el conducto que va del ovario al útero) estén bloqueadas a causa de diferentes alteraciones del útero o de otros componentes del sistema reproductor.
Otra posibilidad es la falta de equilibrio entre la madre y el embrión, que impide la evolución del embarazo. Esto puede ser debido a lesiones en el aparato reproductor, infecciones, enfermedades renales, cardiovasculares, gastrointestinales, hepáticas, autoinmunes, endocrinas y metabólicas; o también por tabaquismo, alcoholismo, contaminantes ambientales, alteraciones alimentarias y del peso.
No hay que olvidar que, tanto en el hombre como en la mujer, los factores psíquicos y emocionales influyen de manera importante en la capacidad reproductora. Ocurre con frecuencia que una pareja decide adoptar un hijo por no tener descendencia, y después, con la tranquilidad que les proporciona el hijo adoptado, consiguen tener uno propio.
La ausencia de esperma (azoospermia) o la escasez o calidad insuficiente del esperma (oligospermia) pueden ser congénitas, o bien desarrollarse a lo largo de la vida del hombre a consecuencia de enfermedades (paperas, enfermedades de transmisión sexual, problemas en los testículos).
Otra causa de infertilidad es la incapacidad de eyacular, que puede tener diversos orígenes, como la diabetes, la medicación para el tratamiento de la presión sanguínea, la impotencia o haberse sometido a cirugía de próstata o de uretra. En la cantidad y la calidad del esperma puede influir el estilo de vida. El alcohol y las drogas también pueden reducir temporalmente la calidad del esperma, así como las toxinas ambientales y sustancias como los pesticidas.
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