El Diario del Bebé.
Muchas jóvenes se preocupan por el aspecto de su cuerpo y temen aumentar de peso durante el embarazo. Pero éste no es el momento de reducir las calorías o hacer una dieta, ya que estás alimentando a dos personas. Tanto tú como tu bebé necesitan de ciertos nutrientes para que el bebé crezca adecuadamente. Si comes una variedad de alimentos saludables, bebes suficiente agua y reduces la comida chatarra, con alto contenido graso, ayudarás a que tanto tú como el bebé que está creciendo sean sanos.
Los médicos suelen recomendar agregar alrededor de 300 calorías diarias a la dieta, de modo de proporcionarle al feto en crecimiento una nutrición adecuada. Según el peso que tenías antes de quedar embarazada, deberías aumentar entre 11 y 15 kilos (25 a 35 libras) durante el embarazo, mayormente durante los últimos 6 meses. Tu médico te aconsejará acerca de esto según tu situación particular.
Comer más fibras —25 a 30 gramos diarios— y beber suficiente agua pueden ayudar a evitar problemas comunes, como la constipación. Las frutas y las hortalizas frescas, así como los panes integrales, los cereales o los pastelillos con harina integral, son buenas fuentes de fibras.
Es necesario que evites algunos alimentos y bebidas durante el embarazo, como los siguientes:
También es conveniente que limites el consumo de edulcorantes artificiales y de bebidas con cafeína y edulcorantes artificiales.
Hacer ejercicio durante el embarazo es bueno para tu salud siempre y cuando no tengas complicaciones con el embarazo y escojas las actividades apropiadas. Los médicos suelen recomendar actividades de bajo impacto, como caminar, nadar y practicar yoga. Por lo general, debes evitar los deportes de contacto físico y las actividades aeróbicas de alto impacto, que plantean mayores riesgos de lesionarse. Asimismo, no es recomendable realizar un trabajo que implique levantar objetos pesados para las mujeres durante el embarazo. Habla con tu médico si tienes dudas acerca de qué tipo de ejercicios son seguros para ti y tu bebé.
Es importante descansar mucho durante el embarazo. Durante los primeros meses de embarazo, intenta adquirir el hábito de dormir de costado. A medida que avance el embarazo, acostarte de costado, con las rodillas dobladas, será la posición más cómoda. Además, facilitará el funcionamiento del corazón, ya que el peso del bebé no ejercerá ninguna presión sobre la vena que transporta la sangre desde los pies y las piernas de regreso al corazón.
Algunos médicos recomiendan de manera específica que las jóvenes embarazadas deben dormir sobre el costado izquierdo. Debido a que algunos de los principales vasos sanguíneos se encuentran en la parte derecha del abdomen, acostarse sobre el costado izquierdo ayuda a evitar que el útero ejerza presión sobre ellos. Pregúntale a tu médico cuál es su recomendación. En la mayoría de los casos, el secreto está en acostarse sobre cualquiera de los costados, para disminuir la presión en la espalda.
A lo largo del embarazo, pero particularmente en las últimas etapas, es probable que te despiertes con frecuencia por la noche para ir al baño. Si bien es importante beber suficiente agua durante el embarazo, intenta beber más durante el día en lugar de hacerlo por la noche. Ve al baño antes de acostarte. A medida que el embarazo avance, tal vez te resulte difícil encontrar una posición cómoda en la cama. Puedes probar colocando almohadas alrededor y debajo del estómago, la espalda o las piernas para sentirte más cómoda.
El estrés también puede afectar el sueño. Tal vez, estés preocupada por la salud del bebé, por el parto o por cómo será desempeñar este nuevo rol de madre. Todos estos sentimientos son normales, pero pueden producirte insomnio. Habla con tu médico si tienes problemas para dormir durante el embarazo.
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