El Diario del Bebé.
Un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona ha determinado que la contaminación del aire durante el embarazo, especialmente durante el segundo trimestre, puede resultar perjudicial para los pulmones de los niños de cara a su posterior desarrollo durante la infancia.
Diversos estudios han puesto de manifiesto los efectos nocivos de los contaminantes atmosféricos para la función pulmonar de niños y adolescentes en edad escolar, pero los efectos de la exposición de la madre a estos contaminantes y en qué medida puede afectar a los pulmones del todavía gestante eran menos conocidos.
Para indagar en dicha relación, el estudio dirigido por la profesora Eva Morales, que publica en su último número el 'British Medical Journal' (BMJ), se propuso examinar la exposición a la contaminación del aire durante los tres trimestres del embarazo y la vida postnatal, para luego evaluar la función pulmonar de los niños hasta edad preescolar.
Para su trabajo utilizaron datos de un estudio con un total de 1.295 mujeres embarazadas, en las que se analizó su exposición a la contaminación atmosférica, y 620 hijos, en los que se midió la función pulmonar hasta los cuatro años y medio.
Para medir los niveles de contaminación se tuvieron en cuenta dos marcadores: el dióxido de nitrógeno (NO2), que es un marcador ampliamente utilizado para cuantificar la contaminación del aire relacionada con el tráfico, y los niveles de benceno, que pueden reflejar las actividades industriales y se consideran como un sustituto de una mezcla de contaminantes.
El análisis de los resultados mostró que la exposición a niveles altos de benceno y NO2 durante el embarazo se asociaba con una reducción de los parámetros de función pulmonar en pruebas respiratorias.
El volumen de aire exhalado al final de una primera espiración forzada, conocido como el FEV1 (volumen espiratorio forzado) y utilizado como marcador de la obstrucción de las vías respiratorias, era de -18,4 mililitros de benceno y -28,0 militros de NO2 en las mujeres expuestas a la contaminación durante el segundo trimestre del embarazo.
MEJOR VIVIR EN ZONAS MENOS CONTAMINADAS
Además, los niños cuyas madres vivían en un área en la que la contaminación del aire por benceno era alta durante el mismo periodo de gestación, tenían un riesgo de deterioro de su función pulmonar un 22 por ciento mayor que los que viven en zonas menos contaminadas.
Del mismo modo, el riesgo para los niños de las madres que viven en un área con una contaminación de NO2 elevada fue un 30 por ciento mayor que los de las zonas menos contaminadas. Asimismo, hubo unas asociaciones más fuertes entre los niveles más altos de contaminación en las mujeres embarazadas y una peor función pulmonar posterior de sus hijos entre los niños alérgicos y los de clase social más baja.
Sin embargo, apuntan los autores, no hubo evidencia significativa de una asociación entre la vida postnatal temprana (durante el primer año de vida) y las exposiciones recientes y actuales a contaminantes del aire exterior con la función pulmonar en la edad preescolar.
"Los resultados sugieren que la exposición a contaminantes del aire relacionados con el tráfico que actúan durante el periodo prenatal podría afectar adversamente el desarrollo pulmonar, por lo que las políticas públicas para reducir la exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico podrían evitar los efectos nocivos sobre el desarrollo pulmonar y la función con beneficios sustanciales para la salud pública", han explicado los autores.
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