La llegada del verano es un momento adecuado para cambiar los hábitos alimenticios e iniciar una dieta basada en alimentos con menos calorías y grasas que, por contra, contengan una mayor cantidad de agua, según los nutricionistas del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas, que recomiendan consumir alimentos como encurtidos, sepia, marisco o gazpacho.
Además de cuidar la alimentación, apuntan que los meses veraniegos son importantes para practicar ejercicio físico, ya que el aumento de horas de luz solar y el buen clima hace que las personas estén más receptivas a practicar actividades deportivas, especialmente aquellas que se desarrollen al aire libre.
Por otro lado, también aconsejan a los padres implicarse en la alimentación de sus hijos, estableciendo unos hábitos correctos con el fin de conseguir que en la etapa adulta gocen de buena salud.
Una manera de lograr que coman de todo es hacer que la comida sea más atractiva para ellos, introducir platos llenos de color, con poca cantidad y una presentación especial, lo que animará a los niños a probar la comida.
También es importante, según reconocen, que se limite el consumo de comida rápida, bollería o refrescos, comer cinco veces al día, hidratarse correctamente y practicar ejercicio.
El diario del bebé