Prueba invasiva por la cual se extrae líquido amniótico para analizarlo con el fin de detectar alteraciones cromosómicas en el feto (por ejemplo, síndrome de Down) y determinar su madurez pulmonar.
Generalmente se realiza entre las semanas 15 y 20 a fin de validar o descartar los valores obtenidos en la prueba del triple screening. También suele recomendarse en caso de que la mujer supere los 35 años o si existen antecedentes familiares.
Tras la prueba, la gestante guardará reposo durante las siguientes 48 horas.