Dejar al niño en el coche es la causa más habitual de golpe de calor en menores de hasta cuatro años, según ha advertido el coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Jordi Pou.
Puesto que la temperatura corporal del niño asciende de tres a cinco veces más rápido que en el adulto debido a una menor reserva de agua, son los más pequeños las principales víctimas de los casos de hipertermia, un trastorno grave que se produce como consecuencia del aumento de la temperatura corporal, que suele ocurrir en menos de 20 minutos y que puede llegar a provocar la muerte en dos horas.
De hecho, según han avisado los expertos, durante los meses de verano la temperatura en el interior del coche puede subir de 10 a 15 grados en menos de un cuarto de hora. Además, dejar las ventanillas abiertas total o parcialmente tampoco es seguro, ya que el aire no consigue reducir ese ritmo de aumento de temperatura.
"El aparato respiratorio de los niños, que aún se encuentra en desarrollo, los hace más vulnerable al agotamiento por calor. Si esto se prolonga y los líquidos del organismo del niño no se reponen, se produce el golpe de calor que es la forma más severa de daño ocasionado por altas temperaturas y que pone en peligro inminente la vida del niño, lo que constituye una emergencia real", ha insistido Pou.
Por ello, los especialistas han aconsejado que si el golpe de calor es grave se lleve al niño a un lugar fresco y ventilado, se le quite la ropa y se le ofrezca una solución de rehidratación oral. Asimismo, es recomendable refrescar la nuca y las muñecas con un paño húmedo, elevar los pies del suelo y abanicarle para facilitar la transpiración. No obstante, y aunque el niño mejore, es necesario llevarlo a Urgencias para que el médico señale un diagnóstico más preciso.
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El diario del bebé