Las vacaciones son la época del año más esperada por todos, pero son necesarias algunas medidas de seguridad para garantizar unas vacaciones felices.
Como norma general hay que supervisar al bebé en todo momento. Si vamos de paseo o de compras, nos aseguraremos de que los cinturones de la sillita estén bien abrochados; cuando esté parada hay que recordar activar el freno. En caso de que el bebé ya camine, iremos siempre de la mano.
EN EL JARDÍN
Tiene que ser un lugar seguro y vallado ya que existen varios peligros potenciales en él. Para evitar varios de ellos, hay que enseñarle que no puede meterse nada en la boca.
Tendremos especial cuidado con los agujeros en el césped y las bocas de riego. Cuando el niño esté cerca no utilizaremos herramientas ni aparatos peligrosos. Si vamos a abonar, mejor hacerlo cuando el niño no vaya a estar en él.
Las flores le resultarán muy llamativas por lo que extremaremos las precauciones, ya que algunas pinchan (rosas) y otras son venenosas (azaleas y narcisos), pudiendo provocar irritación de la piel o los ojos incluso graves efectos si se ingieren. Si es nuestro jardín, lo más seguro es quitarlas o vallarlas.
Los columpios, toboganes y casitas deben cumplir con las normas de seguridad. Entre las características requeridas se encuentran que sea sólido, esté bien hecho, no tenga bordes afilados, no sobresalgan tornillos o piezas de metal y, sobre todo, que resulte adecuado a su edad, tamaño y desarrollo.
ATENCIÓN A LAS PISCINAS
Cualquier acumulación de agua es un peligro para el bebé. El recinto de la piscina deberá estar vallado y contar con una puerta que permanezca cerrada. Además, debe haber personas responsables que la vigilen en todo momento.
Las piscinas inflables deben vaciarse cuando no se utilicen. Para que el agua de la lluvia no se acumule en ellas y las convierta en un peligro, las guardaremos o les daremos la vuelta.
VIAJAR EN COCHE
Es necesario tener una silla de seguridad adecuada e instalarla y abrocharla bien. En caso de tenerlo, retiraremos el airbag del asiento. Hay que tener controlado al niño especialmente al arrancar un coche y al abrir y cerrar las puertas para evitar pillarle los dedos.
VIAJAR EN TREN
Lo más indicado para este medio de transporte es sentar al bebé en nuestras rodillas o junto a la ventana. Si ya anda, le llevaremos todo el rato de la mano evitando que camine solo y que pueda perder el equilibrio.
VIAJAR EN AVIÓN
Los menores de dos años irán sobre nuestras rodillas. También se recomienda llevar las sillas de seguridad del coche.
Los primeros asientos ofrecen más espacio para las piernas y cuentan con bolsas de oxígeno adicionales para los bebés que no tienen asiento propio. Por otro lado, al no poder guardar nada debajo del asiento delantero, estaremos más limitados ya que no podremos tener todo lo necesario para el bebé al alcance de la mano.
VIAJES AL EXTRANJERO
Si vamos a viajar a otro país, nos informaremos sobre si se requieren vacunas específicas. Es indispensable tomar precauciones para evitar las intoxicaciones alimentarias. Para minimizar los riesgos tendremos en cuenta las siguientes consideraciones:
- Dar al bebé agua mineral y zumos embotellados.
- Los lácteos deberán ser pasteurizados.
- Lavaremos bien la fruta con agua potable y la pelaremos siempre.
- Nos aseguraremos de que la carne y el pescado estén bien cocinados.
¡Felices vacaciones!
El diario del bebé