El Diario del Bebé.
La mayoría de los niños oyen y escuchan sonidos desde que nacen. También aprenden a hablar imitando los sonidos a su alrededor y las voces de sus padres y de las personas que los cuidan. Sin embargo, esto no le ocurre a todos los niños. Alrededor de dos a tres niños, de cada 1,000 que nacen en los Estados Unidos, nacen con sordera o con problemas de audición. Otros pierden la audición durante la niñez. Ya que muchos de estos niños tendrán que adquirir el habla y el lenguaje de una manera diferente, es importante detectar la sordera o pérdida de audición lo más pronto posible.
Por esta razón, existen programas estatales de pruebas de audición para todos los recién nacidos en los Estados Unidos y en la mayoría de sus territorios. Con la ayuda del gobierno federal, los programas estatales de salud pública han establecido programas de detección auditiva e intervención temprana (Early Hearing Detection and Intervention Programs). Gracias a estos programas, más del 95 por ciento de los bebés reciben una prueba de audición al nacer.
¿Cuándo le harán la prueba de audición a mi bebé?
La audición de su bebé debe ser evaluada antes de que salga del hospital o del centro de maternidad. Si usted y su bebé ya están en casa y aún no conoce los resultados de la prueba de audición, pregúntele a su médico. Si los resultados indican que su bebé podría tener una pérdida de audición, es importante hacer una cita con un experto en audición, conocido como audiólogo. Este profesional de salud le hará una prueba de audición más completa a su bebé antes de que cumpla los 3 meses de nacido.
¿Cómo le harán la prueba de audición a mi bebé?
Existen dos pruebas diferentes para evaluar la audición de los bebés. Ninguna de las dos pruebas requiere participación del bebé más allá de quedarse quieto.
La prueba de emisiones otacústicas (otoacoustic emissions, OAE) muestra si las partes del oído responden bien al sonido. Durante esta prueba, se mete un auricular de espuma suave en el canal auditivo del bebé. El audífono emite una serie de sonidos para medir un “eco”, que es la respuesta que produce el oído normal. La falta de eco podría indicar una pérdida de audición.
La prueba de respuesta auditiva provocada del tronco encefálico (auditory brainstem response, ABR) evalúa la respuesta al sonido del cerebro y del tronco encefálico (la parte del nervio que transporta el sonido del oído al cerebro) midiendo su actividad eléctrica cuando el bebé está escuchando. Durante esta prueba el bebé lleva puestos auriculares en los oídos y electrodos en la cabeza. Es posible que le den un sedante leve a su bebé para que se quede calmado y en silencio durante la prueba.
Si el bebé no responde de manera consistente a los sonidos producidos durante cualquiera de las dos pruebas, el médico recomendará una prueba de audición adicional y lo referirá a un audiólogo para que haga una evaluación más completa. Si se confirma que hay alguna pérdida de audición, es importante considerar el uso de aparatos de audición y otras opciones de comunicación antes de que su bebé cumpla los 6 meses de edad.
¿Por qué es importante hacerle la prueba de audición a mi bebé lo antes posible?
Los primeros 3 años de su niño son la etapa más importante para el aprendizaje del lenguaje. De hecho, el niño comienza a aprender el habla y el lenguaje en los primeros 6 meses de vida. Las investigaciones sugieren que los niños que tienen pérdida de audición y reciben ayuda a tiempo logran desarrollar mejores destrezas del lenguaje comparados con los niños que necesitan ayuda y no la reciben. Cuanto más pronto sepa si su bebé tiene una pérdida de audición, más pronto podrá asegurarse de que su hijo aproveche las estrategias que le ayudarán a aprender y a comunicarse mejor.
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