El Diario del Bebé.
Todos sabemos que los parásitos están a la vuelta de la esquina y que siempre tenemos que mantener unas condiciones higiénicas óptimas para protegernos de aquellos que son perjudiciales, pero a veces, se nos escapan de las manos y nos encontramos con situaciones desagradables como las lombrices en niños.
Ya escuchamos algo sobre ellas, especialmente en algunas mascotas, pero los pequeños de la casa, también están expuestos a pillarlas, si no andamos con cuidado y sin duda, es algo desagradable que queremos que los niños no pasen. Por eso, aquí en Demedicina, os mostraremos lo que necesitáis saber sobre las lombrices en niños. Síntomas y qué hacer para eliminarlas y así, estar preparados para lo que sea.
Nos encontramos ante un parásito intestinal que puede llegar a molestar gravemente a los pequeños de la casa. Ya no sólo por los daños que hacen, porque sólo se centra en la irritación y el picor de la zona, sino porque la incomodidad de los niños, puede provocarles gran malestar y alteraciones en el comportamiento.
Cuando hablamos de lombrices en niños, no hablamos de las lombrices de tierra que conocemos nosotros, que son gruesos, alargados y de color rosado. Si algo así ocurriera, más de una se llevaría las manos a la cabeza y hasta se quedaría paralizada. Hablamos de oxiuros, un tipo de lombriz blanca, muy fina que no miden más de 5 milímetros. Pero que su tamaño no te engañe, porque al fin y al cabo, es un parásito que se aloja en el intestino grueso.
Éstos sólo llegan a ser visibles a primera hora de la mañana o por la noche, en la zona del ano y las nalgas de los pequeños de entre tres y seis años de edad. Sí, es algo de lo más desagradable, pero es una manera de descubrirlas.
Estas lombrices llegan al intestino de los niños, no exclusivamente, por la falta de higiene, ya que puede transmitirse sobre todo, a través de lo que se lleva a la boca. Está presente especialmente en las uñas y si se ingiere los huevos de oxiuros, éstos eclosionan en el cuerpo, se hacen adultos, se reproducen y se adhieren a la zona del ano, provocando picores e irritación. Aunque parezca inofensivo, sólo meterse la mano en la boca, puede provocar el contagio e lombrices.
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El diario del bebé
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