El Diario del Bebé.
A veces los niños, como los adultos, pueden encontrar ayuda en la terapia. La terapia puede ser útil para que los niños desarrollen habilidades para resolver problemas y también para enseñarles el valor de buscar ayuda. Los terapeutas pueden ayudar a los niños y a las familias a manejar el estrés y temas diversos relacionados con las emociones y el comportamiento.
Muchos niños necesitan ayuda para manejar el estrés en la escuela, por ejemplo, por los deberes, los exámenes, el acoso escolar y la presión de los compañeros. Otros necesitan ayuda para poder hablar de sus sentimientos respecto a temas relacionados con la familia, sobre todo en el caso de transiciones importantes, como puede ser un divorcio, un traslado o una enfermedad seria.
Ciertos acontecimientos serios —como la muerte de un miembro de la familia, un amigo o una mascota; un divorcio o un traslado; abusos; trauma; un progenitor que se marcha en una misión militar; o una enfermedad importante en la familia— pueden causar un estrés que podría dar lugar a problemas de comportamiento, estado de ánimo, sueño, hambre, rendimiento en la escuela o problemas de interacción social.
En algunos casos, no es tan claro lo que puede estar causando que un niño de repente se muestre retraído, preocupado, estresado, malhumorado o triste. Pero si usted siente que su hijo podría tener un problema emocional o de comportamiento o que necesita ayuda para enfrentar un acontecimiento difícil de la vida, confíe en su instinto.
Las señales que pueden indicar que su hijo podría beneficiarse de la ayuda de un psicólogo o un terapeuta titulado, incluyen:
Los niños pequeños, que aún no han alcanzado la edad escolar, podrían beneficiarse de la terapia con un psicólogo clínico o del desarrollo si hubiera un retraso significativo en la consecución de los hitos importantes del desarrollo, como andar, hablar y controlar los esfínteres, y si existiera el temor de la presencia de problemas relacionados con autismo o trastornos del desarrollo.
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