El Diario del Bebé.
La piel de los bebés es especialmente delicada, por lo que su cuidado requiere de una especial atención. Se considera que la piel de los bebés puede ser entre cinco y diez veces más fina que la de un adulto. Debido a esto, se seca con más facilidad y padece una mayor tendencia a sufrir alergias o irritaciones de diferente tipo. Por este motivo, es importante usar a diario crema hidratante después del baño. La leche corporal de caléndula, con variedad de propiedades, puede ser una muy beneficiosa para el bebé y, en concreto, para la protección de su piel.
Propiedades de la leche corporal de caléndula
La caléndula es una de las plantas más utilizadas para el cuidado de la piel. De color anaranjado, esta planta cuenta con hojas de color verde amarillento y un tallo que puede alcanzar los 50 centímetros de altitud.
Su aplicación en la piel de los bebés, en forma de leche corporal, mantendrá su delicada epidermis nutrida, protegida y limpia. Además, su uso está especialmente recomendado para aquellos bebés con pieles particularmente sensibles o con dermatitis atópica, ya que su empleo los protegerá de agresiones externas como el viento o el frío.
Este anti-inflamatorio natural también es adecuado para aliviar las rojeces e irritaciones causadas por el pañal, al favorecer la regeneración de la piel. La leche corporal debe ser aplicada una vez el bebé esté limpio, en las zonas de los pliegues, las ingles y los muslos del niño.
La aplicación de la leche corporal de caléndula es altamente beneficiosa, por lo que puede ser una buena idea contar con diferentes productos destinados al cuidado de las diferentes partes del cuerpo del bebé. El Set Bienvenida Bebé de la marca Weleda, entre otros, cuenta con todos los productos necesarios ideales para iniciar el cuidado más natural de la piel infantil.
Por qué masajear a tu bebé
Los masajes para bebé son una de las formas más eficaces de fomentar el contacto corporal entre padres e hijos, fundamental de cara a reforzar los lazos familiares y el apego durante las primeras etapas del ciclo vital.
Además, los masajes tienen efectos beneficiosos tanto en el sistema digestivo de los bebés, como en su sistema circulatorio y endocrino: ayudan a suavizar los cólicos y reducen las hormonas que provocan el estrés. Asimismo, un masaje después del baño fomenta la conciliación del sueño en los bebés, puesto que les ayuda a relajarse y a prepararse para la noche.
Igualmente, el hecho de masajear a los bebés a diario supone el fortalecimiento de su sistema neurológico, al facilitar el proceso de mielinización, clave en el desarrollo del sistema nervioso de los más pequeños. Del mismo modo, los masajes también contribuyen al fortalecimiento de su sistema inmunológico y respiratorio.
No obstante, los masajes no solo tienen beneficios para quien los recibe sino también para quien los da. En este sentido, es doblemente importante reservar un pequeño espacio de tiempo, al final del día, para esta actividad.
Más allá de proporcionar una fórmula ideal para comunicarse con el bebé, los masajes también aportan una mayor confianza a los padres primerizos y fortalecen la intuición a la hora de entender las necesidades del niño.
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El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
