El Diario del Bebé.
Cada año casi 10,3 millones de cosas, en su mayoría ropa o juguetes, aparecen almacenadas en cajas sin que nadie las reclame en los centros educativos. ¿Por qué se produce esta situación? A veces la falta de atención de sus pequeños dueños, pero principalmente el hecho de que rara vez el mismo adulto que deja al niño en la escuela es el que lo recoge tras finalizar la jornada o las actividades extraescolares.
“La cuidadora, los padres o las familias de padres " src="cid:image009.jpg@01D542D3.C3F9AC30" alt="Imagen que contiene edificio, suelo, ropa, mobiliario Descripción generada automáticamente" align="right" hspace="12" style="width: 3.7083in; height: 2.927in; opacity: 1;">separados no siempre tienen información sobre la vestimenta o lo que el niño ha llevado al colegio o guardería esa mañana”, explica Sandrine Jullien Rouquié, fundadora y directora general de Ludilabel.
Según un estudio realizado a distintas guarderías y escuelas de primaria, estas pérdidas son una carga pesada para los profesores de guardería, así como para maestros del colegio y los monitores de actividades extraescolares que intentan encontrar a los pequeños propietarios yendo por las aulas, escribiendo en las agendas, organizando un gran perchero donde depositar todos los objetos perdidos, creando mercadillos para deshacerse de ellos e, incluso, donándolos a las asociaciones y organizaciones varias veces al año.
“Es por ello por lo que para evitar la situación sería suficiente, como ya han solicitado la mayoría de las instituciones, identificar la ropa y los útiles escolares a principios del curso escolar para evitar este desastre”, mantienen desde la empresa especializada de las etiquetas personalizadas.
UN PROBLEMA ORGANIZATIVO Y ECONÓMICO
El estudio se ha realizado entre guarderías y colegios de educación primaria, más de 50.900 establecimientos y alrededor de 6.783.300 estudiantes entre Francia y España, y los datos resultantes son esclarecedores: 10,3 millones de objetos perdidos o más de 2,7 toneladas de ropa, juguetes o útiles escolares, con un valor de casi 400 millones de euros anuales...
En el caso de las familias, estas pérdidas afectan al presupuesto. Además, de los gastos significativos generados por los objetos perdidos (ropa, suministros, actividades...), se agregan los derivados de reincorporación de estos (para más del 65% de los chalecos, suéteres y chaquetas), mochilas, pares de gafas, cascos de bicicleta, tuppers de desayuno... Todos ellos representan un promedio de 57 euros por niño y por año escolar. Las consecuencias de estas pérdidas no sólo afectan a las familias. Los centros educativos destacan la pérdida de tiempo que les implica tratar de identificar a los propietarios de los objetos.
UNA SOLUCIÓN SENCILLA Y DIVERTIDA
Hace ocho años, Ludilabel inventó las Ludisticks®, etiquetas autoadhesivas para la etiqueta de marca o composición de las prendas, que no requieren costuras ni aplicación de calor.
Esta solución novedosa de etiquetas personalizables representa un ahorro de tiempo y también de dinero. Se encargan de forma online y se envían en 24/48 horas.
Con estas etiquetas, resistentes a la lavadora y secadora hasta 90º grados, la ropa, los juguetes y los objetos personales, pueden ser identificados por los propios niños.
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