El Diario del Bebé.
La publicidad hace que muchos padres compren zapatos fuertes (con plantillas incluidas) para sus hijos durante la lactancia y en el inicio de la marcha para que tengan mayor seguridad al andar y una mejor protección del pie.
Los lactantes sólo necesitan proteger sus pies del frío con unos calcetines o unos patucos. Durante la fase de gateo y si se arrastra, el calzado se usa para evitarle rozaduras en el suelo.
¿Qué tipo de calzado se debe recomendar en la infancia?
Los niños pequeños nunca deben llevar zapatos rígidos ni con suelas duras. Si los llevan, serán flexibles y amplios. Lo mejor es el calzado ligero, con suela flexible y protección-refuerzo en el talón y sin cubrir los tobillos.
¿Qué características debe de tener el zapato ideal para esta edad?
Debe ser bajo y sin abotinar.
Los zapatos de los lactantes y niños pequeños deben tener la parte delantera ancha, alta y no comprimir los dedos.
Para que los dedos sean flexibles la parte rígida de la suela debe llegar justo hasta la cabeza de los metatarsianos.
Los dedos deben poderse mover, por lo que la puntera será ancha y alta. El calzado rígido dificulta que los dedos se muevan.
La talonera debe ser ligeramente rígida.
Debe haber un margen de 1 cm aproximadamente entre la punta del primer dedo y el zapato.
Si la suela es de dureza media, solo es posible el giro plantar/dorsal para los 2-3 primeros dedos. La musculatura de los restantes dedos se debilita y se atrofia, lo que acarrea también la debilidad de los músculos de la cara externa de la pierna.
¿Qué tipo de suelo debe recomendarse para fortalecer el desarrollo normal de la bóveda plantar?
El suelo artificial es perjudicial por ser duro y liso (baldosa, parquet, arena dura y apisonada…). El pie del niño, más débil, necesita un suelo natural, no plano (arena, gravilla, hierba) que exija funciones diferentes en cada momento.
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