Pueden provocar un aumento de hasta un veinte por ciento en los casos de irritación en los ojos
Por Redacción, 08-07-2015 07:28:00El Diario del Bebé.
Las características del agua de playas y las piscinas pueden provocar en verano un aumento de hasta un veinte por ciento en los casos de irritación en los ojos.
La conjuntivitis, los ojos rojos, la quemazón, el escozor, el lagrimeo, la fotosensibilidad y la sensación de cuerpo extraño en el interior del ojo son algunos de los síntomas que puede padecer un elevado número de usuarios que acude a este tipo de instalaciones durante las vacaciones de verano.
Estos problemas tienden a aparecer con mayor frecuencia cuando el agua de las piscinas contiene una cantidad alta de cloro y la del mar no se encuentra en las mejores condiciones de higiene y salubridad
En verano se deben proteger los ojos de igual manera que se hace con la piel. El cloro de la piscina y el agua del mar pueden provocar daños en el ojo, que son evitables "si tomamos las medidas adecuadas". Además, "si notamos cualquiera de los síntomas asociados a la conjuntivitis, debemos acudir lo antes posible a un especialista de la visión y desechar la opción de la automedicación".
Para evitar la aparición de infecciones oculares, se recomienda extremar las precauciones higiénicas especialmente en niños, quienes son uno de los colectivos más afectados por estos problemas. La aparición de conjuntivitis en la población infantil aumenta más de un cuarenta por ciento en esta época del año.
De esta manera, aconsejan que, ante síntomas asociados a la conjuntivitis, no deben frotarse los ojos para evitar una infección más grave "o incluso una erosión de la córnea". Los especialistas recomiendan que se lave la zona ocular con abundante agua si presenta molestias por la entrada en el ojo de sustancias extrañas y que no se abran los ojos bajo el agua.
RECOMIENDAN EL USO DE GAFAS DE BUCEO
En este sentido, para impedir el contacto del agua con el ojo, se recomienda el uso de gafas de buceo, así como gafas de sol homologadas para eludir la irritación por radiación ultravioleta.
"Los alérgicos y usuarios de lentes de contacto son otros de los colectivos más afectados en este ámbito, ya sea porque las lentillas han permanecido demasiado tiempo a una temperatura elevada, por falta de higiene en su mantenimiento, o por la incursión de arena en el estuche o en el propio ojo".
Asimismo, en lugares de temperatura elevada, los ópticos-optometristas andaluces recomiendan "manipular y limpiar las lentillas adecuadamente y usar preferiblemente lentes de contacto desechables diarias", en vez de las mensuales o anuales. Además, ha sugerido a los usuarios de lentes de contacto que combinen sus lentillas con gafas de sol homologadas, así "evitarán la incidencia directa de los rayos solares en el ojo".
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El diario del bebé