El cumpleaños del bebé es motivo de alegría para toda la familia y es normal que queramos celebrarlo. En su primer año, probablemente no tendrá tanta conciencia, pero su segundo cumple ya lo disfrutará, aunque de mayor no lo recuerde. Por eso es buena idea nombrar un 'fotógrafo oficial' para que capte y grabe los momentos más entrañables de la celebración.
Aunque de los cero a los tres años todavía podemos aprovechar para organizar la fiesta en casa, otra opción será hacerlo en un local o contratar a un animador profesional. En este último caso y si los bebés son pequeños, es mejor que no se disfrace ya que podría asustarles.
RECOMENDACIONES A TENER EN CUENTA
IDEAS PARA LA FIESTA
Invitaciones personalizadas
Aunque utilicemos el teléfono o el correo electrónico como medio de confirmación, toda fiesta que se precie debe de anunciarse por medio de invitaciones personalizadas a nuestros invitados.
La decoración
Globos y guirnaldas son un detalle decorativo imprescindible. Para evitar sustos con los primeros, los colocaremos fuera del alcance de los niños, de tal manera que cumplan su función sin sobresaltarnos.
Podemos elaborar guirnaldas caseras con papelitos de colores, los dibujos de nuestro hijo, imágenes de sus personajes preferidos o letras.
Fiesta temática con sus personajes preferidos
En el comercio encontraremos vajillas desechables, pajitas y manteles personalizados con sus personajes preferidos. Si somos mañosos, podemos comprar vasos y platos de cartón y decorarlos nosotros mismos, añadiendo pegatinas o círculos de colores. Con antelación también podemos preparar caretas, sombreros o antifaces para personalizar.
Si no queremos hacer una fiesta temática, nos ayudará bastante centrarnos en un color o combinación de colores para que haya cierta armonía.
La merienda
Lo fundamental es informarnos con tiempo sobre las posibles alergias de nuestros comensales y tener en cuenta su edad y los alimentos que todavía no consumen (frutos secos).
Minisandwiches de jamón y queso, atún y mayonesa o paté, gusanitos, aceitunas y patatas suelen ser formar parte del menú de fiesta.
La fruta también puede estar presente en nuestra merienda, bien en forma de zumo, bien de una forma más elaborada. Cortaremos trocitos homogéneos de manzana, plátano o pera, y les echaremos un poquito de chocolate derretido por encima. Cuando se enfríen tendremos un postre muy nutritivo. Si el cumpleaños coincide en meses de calor, unos polos de zumos naturales harán las delicias de todos.
La tarta es imprescindible, aunque en vez de hacerla de una pieza, podemos elaborarla uniendo de forma creativa y vistosa bizcochitos o cupcakes. De esta manera ya tenemos las raciones calculadas de antemano y facilitamos la tarea de cortar, repartir y comer.
En el supermercado y tiendas especializadas podemos adquirir decoración alimentaria para personalizar la merienda y la tarta de cumpleaños. Muñecos de azúcar, fideos de colorines, lápices con chocolate o fresa para pintar o escribir su nombre en pequeñas tabletas de chocolate son algunas de las posibilidades.
El momento de apagar las velas debe ser muy especial. Podemos apagar alguna luz y venir desde la cocina cantando “Cumpleaños Feliz” a la vez que se van sumando todos nuestros invitados.
Los juegos
Además de la música y el baile, los juegos adaptados a su edad deben estar presentes.
Una piñata siempre es el complemento festivo perfecto. Podemos rellenarla con dulces o los regalitos que consideremos más apropiados para la edad del bebé y sus amiguitos.
A la mayoría de los niños les gusta disfrazarse. Según vayan llegando podemos pintarles la cara y ponerles accesorios como gorritos o collares-guirnalda.
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El diario del bebé