Los padres pueden ayudar a prevenir que sus hijos desarrollen alergias alimentarias siguiendo una serie de pautas y recomendaciones como introducir de uno en uno los alimentos en la dieta de su bebé y esperar a ofrecérselo a la edad recomendada
Por Redacción, 09-04-2015 07:10:00El Diario del Bebé.
n primer lugar, es recomendable alimentar al bebé a demanda con lactancia materna en exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Como segunda medida, conviene esperar a que cumplan la edad recomendada para incorporar ciertos alimentos en la dieta de los pequeños e introducir los productos nuevos de uno en uno para observar la reacción del niño tras la digestión de cada uno.
Evitar la leche de vaca y los productos lácteos durante los seis primeros meses de vida del bebé, ayuda a los bebés con riesgo de desarrollar alergias alimentarias. Los suplementos, incluidas las fórmulas a base de leche de vaca, no se deberían incorporar hasta los seis meses de vida. También es importante evitar ofrecer alimentos sólidos al bebé durante los primeros cuatro meses porque aumenta el riesgo de sufrir alergias hasta los 10 años.
Los alimentos deben incorporarse de uno en uno y en pequeñas cantidades. Conviene evitar que los bebés tomen comidas mixtas, como por ejemplo las papillas compuestas por varias frutas o varios tipos de cereales, hasta confirmar que no son alérgicos a ninguno de sus ingredientes. Una vez evaluado el riesgo de alergia a partir de los antecedentes familiares, el niño debería comenzar a consumir alimentos lácteos a los 12 meses de vida y huevos de gallina a partir de los 24 meses, mientras que se debería esperar hasta al menos los 36 meses antes de incluir cacahuetes, nueces, pescados y mariscos.
La leche: En niños muy pequeños, la leche es la causa principal de las reacciones alérgicas. Una vez que se confirme la alergia a la leche, todas las leches y los productos lácteos deben ser eliminados de la dieta. No se debe comer ni siquiera en cantidades minúsculas. Si el niño es alérgico a la leche, el médico puede recomendarle que le dé fórmula de hidrolizado de caseína que proveerá la nutrición que se encuentra en la fórmula a base de leche. La fórmula de hidrolizado de caseína contiene proteína, pero que se ha desintegrado de tal manera que es distinta a la proteína de la leche y no es tan probable que cause alguna reacción alérgica.
A los niños que tengan alergia a la leche se les puede dar una fórmula a base de soja, una vez que se haya establecido que no son alérgicos a la soja. Alternativas para los otros elementos nutritivos importantes que se encuentran en la leche son las legumbres, las carnes, las nueces y los granos integrales.
- Los huevos. Si se ha confirmado que el niño tiene alergia a los huevos, debe evitar los huevos en todas sus modalidades. Los huevos son una buena fuente de biotina, ácido fólico, ácido pantoteínico, riboflavina, selenio y vitamina B-12. Un problema que puede ocurrir con la dieta de exclusión de los huevos es que se podría ver limitado el uso de productos hechos con granos, ya que muchos de ellos se hacen con huevo. Si elimina tanto los granos como los huevos, el bebé puede no recibir suficiente hierro y vitaminas B.
- Las legumbres. Las legumbres son fuentes ricas de proteína vegetal. Esta familia incluye los guisantes, frijoles, lentejas, soja, garbanzos, frijoles rojos pintos y judias. La soja, dentro de las legumbres y los cacachuetes, como frutos secos, son los productos que más alergia producen.
- El pescado. A parte de proteínas, el pescado tiene niacina, fósforo, selenio, vitaminas B6 y B12, hierro, magnesio y potasio. Se aconseja a los niños alérgicos a una variedad de pescado que eviten todo tipo de pescado.
- El marisco. La reacción alérgica a varios crustáceos o mariscos (camarones, cangrejos, langostas, langostinos, cangrejos de río) y a moluscos (almejas, ostras y vieiras) son comunes en los adultos. Las personas que tienen alergia a alguno de estos alimentos deben tener mucho cuidado al ingerir cualquiera de ellos.
Una vez que el niño haya tenido una reacción a un alimento, la tendencia natural es eliminar completamente ese alimento de la dieta. Sin embargo, eliminar alimentos sin confirmar que causan reacción puede causar efectos adversos en el desarrollo del niño, tales como bajo peso, o estatura insuficiente para la edad y malestar general. Por tanto, antes de eliminar cualquier alimento de la dieta de tu hijo, habla con tu pediatra para establecer sin la menor duda que hay una alergia alimentaria. Una vez que se confirma la alergia, trabaja con una dietista registrada para eliminar el alimento problemático y proporcionar una alimentación bien equilibrada.
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El diario del bebé