El Diario del Bebé.
Durante las primeras semanas de vida del bebé, puede darnos la sensación de que vivimos inmersos en un caos total y que las rutinas que adquiere apenas duran dos semanas. Con el transcurrir del tiempo, nuestro pequeño irá fijando sus propios horarios de comida y sueño. Otros, como el baño y el paseo deberemos organizarlos nosotros según vayamos conociéndole.
Generalmente, hacia los cuatro o seis meses los bebés comen más y duermen un mayor número de horas seguidas. Esto nos permitirá organizarnos un poco mejor al poder anticiparnos a las costumbres que va adquiriendo. Así, podremos poco a poco estar más relajados y disfrutar más de nuestro hijo.
Probablemente, nuestro hijo tenga preferencias sobre las horas a las que se duerme una pequeña siesta, una gran siesta o descansa hasta el día siguiente (aunque todavía se despierte por la noche). Con todo, lo lógico es que varíe hora arriba hora abajo entre unos días y otros.
LAS RUTINAS DIARIAS DEL BEBÉ
Cada bebé y cada familia son distintos, así que podemos encontrar tantos modelos de rutinas como familias. Las rutinas básicas del bebé son el paseo, la comida, el baño, el sueño y, por supuesto el juego.
· EL PASEO
Salir a pasear con el bebé debe ser una costumbre diaria, a no ser que las condiciones climatológicas lo impidan. Según la estación en la que nos encontremos, tomaremos unas u otras precauciones.
En primavera y otoño tendremos cuidado con los cambios bruscos de temperatura, responsables de muchos resfriados. En verano, evitaremos las horas centrales del día, protegiendo la cabeza y la piel del bebé, además de mantenerle bien hidratado. Por el contrario, en la estación invernal aprovecharemos las horas centrales para salir de paseo bien abrigaditos.
· LA COMIDA
Lo ideal sería que la hora de la comida tuviera lugar siempre en la misma habitación. Como no siempre posible, intentaremos mantener los horarios, aunque sea con ligeras variaciones.
· EL BAÑO
La hora del baño es un momento muy especial tanto para el bebé como para nosotros. La mayoría de los bebés prefieren un baño por la tarde, antes de cenar; eso les relaja y les ayuda a dormir. Otros bebés se activan demasiado con lo que es preferible bañales por la mañana.
Debemos llenar la bañera de tal manera que el agua cubra la cintura del bebé para evitar que coja frío. Antes de meter al niño nos aseguraremos mediante un termómetro de baño que la temperatura del agua es la adecuada, es decir, entre 35 y 37ºC.
La habitación debe estar caldeada entre 22 y 25ºC. Cuando empecemos a desvestirlo debe estar todo preparado para evitar los cambios de temperatura. De igual forma nunca le dejaremos solo ni en el cambiador ni en la bañera.
· EL SUEÑO
Con el transcurso del tiempo, el bebé aprenderá a distinguir el día de la noche. Para facilitarle la tarea, podemos dejar con algo de claridad la estancia donde duerme la siesta.
Los hábitos de sueño son distintos en cada niño pero, generalmente, los bebés más pequeños duermen más siestas de menos tiempo y los mayores una sola pero de mayor duración:
- Bebés de cuatro meses: de cuatro a seis horas de siesta repartidas en tres sesiones (media mañana, después de comer y a última hora de la tarde).
- Bebés de seis meses: cuatro horas de siesta repartidas en dos sesiones (media mañana y antes de merendar).
- Bebés de doce meses: de dos horas y media a tres horas, bien a media mañana y antes de merendar, o bien sólo una antes de la merienda.
· EL JUEGO
A través del juego, el bebé desarrolla todas las habilidades que necesita: físicas, intelectuales, emocionales y psicosociales. Es bueno jugar de una manera acorde a su desarrollo. Por ejemplo, jugar al escondite será mucho más divertido cuando el bebé tenga unos ocho o nueve meses.
Con el transcurso de los primeros meses, el bebé podrá ir introduciendo nuevos juegos según las capacidades y habilidades que vaya adquiriendo.
Su manera de entretenerse ha ido evolucionando desde el primer mes de vida. A partir de ahora probablemente sea ésta:
- Cuatro meses: intenta alcanzar objetos, le llaman la atención las marionetas de dedos y los juegos del estilo "palmas palmitas".
- Cinco meses: descubre su entorno y comienza a iniciarse en la lectura.
- Seis meses: sus primeros bailes.
- Siete meses: sus primeras construcciones (sobre todo tirarlas), juegos con agua, libros y canciones infantiles.
- Ocho meses: jugar a esconder pequeños objetos para fomentar el desarrollo ocular e intelectual.
- Nueve meses: estimularemos sus sentidos con distintos juegos como ponerle música, animarle a hacer ruido como si tocara un instrumento, presentarle distintas texturas, jugar con el agua, dejarle oler flores y mostrarle imágenes son algunas de las sugerencias para esta edad. Hacerle cosquillas mientras cantamos también le resultará divertido.
- Diez meses: disfrutará metiendo y sacando de una caja objetos seguros para él. Le gusta el juego físico como trepar por encima de nosotros.
- Once meses: descubrirá los sonidos de animales o de objetos cotidianos.
- A partir de doce meses: le encantarán los juguetes que le permitan imitar a los mayores.
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El diario del bebé
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Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
