El Diario del Bebé.
Una situación prolongada de altas temperaturas diurnas, así como unas mínimas nocturnas superiores a 22º C, puede desencadenar efectos negativos para la salud. Debilitamiento, fatiga, sudoración abundante, dolor de cabeza, escasez de apetito, insomnio o calambres en los miembros inferiores son sólo algunos de los síntomas ocasionados por el calor y que inciden negativamente en nuestra calidad de vida.
Mientras persista la ola de calor, es fundamental poner especial cuidado y vigilancia en los más mayores y los más pequeños; los colectivos más vulnerables ante el calor.
¿Cómo debo actuar ante una ola de calor?
En casa:
- Permanece en las estancias más frescas y baja las persianas, toldos, cortinas.... evitando que el sol entre directamente
- Refréscate cada vez que lo necesites (tomar una ducha o un baño....)
- Bebe líquidos en abundancia y evita tomar bebidas alcohólicas y con cafeína.
- Realiza comidas ligeras como ensaladas, frutas, gazpachos…
- Evita los cambios bruscos de temperatura; sé prudente a la hora de utilizar el aire acondicionado.
En la calle:
- Permanece a la sombra, en lugares frescos o climatizados el mayor tiempo posible.
- Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de calor no olvides descansar, protégete del sol y refrescarte
- Usa ropa ligera, no apretada y de colores claros
- No olvides protegerte con un sombrero, gorro o similares que cubra tu cabeza, cara, orejas, sienes y parte posterior del cuello
- Utiliza un calzado fresco, cómodo y que transpire
- Protege la piel con cremas y filtros solares.
- No dejes a niños ni personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.
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El diario del bebé