Si nos encontramos bien, y el ginecólogo no indica lo contrario, no hay inconveniente en seguir utilizando el automóvil durante el embarazo, eso sí, evitando acelerones y frenazos. En algunos casos, puede ser que el médico aconseje no conducir en la recta final de la gestación.
EL CINTURÓN DE SEGURIDAD
Algunas mujeres creen que utilizar un dispositivo de seguridad puede ser perjudicial mientras están embarazadas. No existe evidencia de que el cinturón de seguridad aumente el riesgo de una lesión fetal o uterina. Hay que usarlo siempre; además, su uso disminuye de manera espectacular la incidencia de lesiones en caso de accidente.
Los estudios realizados en embarazadas que utilizaban cinturones de seguridad determinan que, las que lo llevaban puesto, en caso de accidente redujeron el riesgo de lesiones en un 84 por ciento.
Para su uso correcto, el RACE aconseja no holgarlo y situar la banda inferior ceñida a la pelvis, de tal manera que no presione el abdomen. La parte superior se colocará entre los senos y el esternón, rodeando la barriga.
En el mercado existen dispositivos especiales para adaptar al cinturón del automóvil. Pueden utilizarse a partir del segundo mes y permiten que el cinturón quede bajo la barriga y que la presión pase a la pelvis, de tal manera que proporcionan seguridad y comodidad.
Respecto al airbag central, no hay que desactivarlo pero sí podemos desplazar el asiento hacia atrás para mantener una distancia de seguridad de 25 centímetros.
El diario del bebé