El Diario del Bebé.
El cambio de una fase lunar a otra desencadena el parto en muchos casos, y en las maternidades están acostumbrados a la “avalancha de bebés” que se sucede tras este fenómeno. Es cada vez más certero el proceso por el cual los cambios en este satélite natural de la tierra incide no sólo en las mujeres que dan a luz, sino también en las mareas, las cosechas y muchas cosas más, algo ya notado por los pueblos de la antigüedad.
La experiencia de las obstétricas indica que en la fase de luna menguante, es más común que haya más bolsas rotas con líquido amniótico teñido. En la fase de luna menguante- nueva lo que prevalecen son los partos espontáneos. Finalmente, en la fase lunar creciente-llena, ocurren más inducciones con dilataciones lentas, expulsivos distócicos, más alumbramientos manuales, amenazas de partos prematuros y más cesáreas.
La explicación estaría en el agua, que constituye el 65% del cuerpo humano. Isaac Newton demostró que la fuerza de atracción gravitatoria depende de las masas de los cuerpos y de la distancia que los separa. La fuerza que ejerce el sol y la luna sobre las masas de agua en la Tierra provoca una oscilación rítmica de las mismas, de allí los cambios en las mareas y probablemente, en el cuerpo de las madres.
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El diario del bebé