¿Influyen las estaciones a la hora de lograr un embarazo? Pues parece que sí. Al menos así lo creen un grupo de investigadores de la Universidad de Parma (Italia), que ha descubierto que los espermatozoides tienen más movilidad y están más activos en los meses de julio y agosto.

Lograr un embarazo es más difícil en enero, cuando la movilidad es mucho menor, según este estudio, publicado en la revista “Cronobiología Internacional”. La razón por la que es más fácil concebir en los meses de verano se encuentra en los niveles de hormonas, como la testosterona.

Esperma más activo en verano y mucho menos en invierno

Para llegar a estas conclusiones, los especialistas italianos analizaron datos de 5.188 hombres en el centro de reproducción del Hospital de la Universidad de Parma y observaron que la movilidad de su esperma alcanzó su cota máxima en los meses de verano, que contrastaba con los puntos mínimos registrados durante el invierno. Todo ello a pesar de que el volumen de espera fue más alto en los meses invernales.

Se considera que los hombres más fértiles son aquellos que logran movilidad en un 40% de sus espermatozoides. En verano, anotaron cómo el número de hombres con movilidad de esperma superior al 40% fue del 65,3%. Sin embargo, este porcentaje cayó al 50% en invierno.

Dificultades para ser padres

Una de cada seis parejas tiene problemas de fertilidad, que se produce cuando durante un año no se ha conseguido un embarazo. La infertilidad masculina está detrás de la mitad de estos casos, por lo que el estudio aporta una valiosa información para combatir estos problemas.