El Diario del Bebé.
La edad media de maternidad en España lleva en continuo ascenso desde hace casi una década. “Esto se debe, en gran parte, a que las mujeres se sienten más capacitadas para ser madres alrededor de los 40 años porque tienen mayor estabilidad profesional y económica”, apunta Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la clínica Ginefiv.
Este centro de reproducción asistida ha participado activamente en la feria Expo Mujer España 2015, celebrada del 19 al 21 de junio y destinada a ofrecer información sobre sus posibilidades reproductivas a mujeres con más de 35 años dispuestas a enfrentarse a la maternidad. Y es que, según los profesionales de esta clínica, una de cada tres españolas cree que el embarazo es viable hasta los 45 años sin tener en cuenta los problemas y complicaciones que puede provocar, tanto en la madre como en el futuro niño, a edades tan avanzadas.
Según el reciente estudio Advanced Maternal Age, Preganancy and Birth, de la Universidad del Este de Finlandia, la mayoría de los factores de riesgo asociados con el embarazo se incrementan en mujeres mayores de 35 años, y aunque gran parte transcurren sin ninguna complicación, es importante que estén adecuadamente informadas sobre los problemas a los que podrían enfrentarse las mujeres en un embarazo tardío y cómo prevenirlos.
“A partir de los 35 años la cantidad de óvulos que tenemos en los ovarios va disminuyendo y aumentan las anomalías cromosómicas que estos portan, de manera que nos cuesta más conseguir un embarazo”, indica Verdú. Por este motivo la ginecóloga considera difícil que una mujer de más de 40 años pueda concebir de forma espontánea, razón por la cual la mayoría de los embarazos de mujeres de entre 42 y 45 años en España se producen a partir de la donación de óvulos. De lo contrario, entre un 30 y 40 por ciento de los casos terminan en aborto debido a las anomalías genéticas de los embriones que se desarrollan a partir de óvulos pertenecientes a mujeres en el ocaso de la fertilidad. Sin embargo, la edad no afecta de la misma forma a todas ellas, por lo que en las clínicas de fertilidad valoran cada uno de los casos de forma individual.
La potencial fertilidad de la mujer se determina a partir de la reserva de óvulos que tiene disponible en los ovarios. Esta se mide a través de una ecografía mediante la que se realiza un recuento de folículos en los ovarios y en función de su número los ginecólogos valoran si la fertilidad en una mujer es buena, normal o baja. Además, de forma complementaria a la ecografía, puede realizarse un análisis de la hormona antimulleriana, un marcador que ofrece información de gran utilidad para averiguar la cantidad de folículos ováricos. Esta hormona es producida por los folículos de menor tamaño en los ovarios y constituye uno de los indicadores principales del número de óvulos disponibles que presenta la mujer a cada edad. Otra prueba adicional es el recuento de folículos antrales, que se realiza mediante una ecografía ginecológica vaginal.
En función de la edad en que una mujer se queda embarazada van cambiando las complicaciones que pueden surgir durante el embarazo. Las más frecuentes son el desarrollo de diabetes, hipertensión arterial y que el feto no se desarrolle de forma conveniente. “En las gestaciones que tienen lugar en mujeres por encima de los 45 años la placenta tiene grandes dificultades en nutrir al feto por lo que puede haber un caso de retraso de crecimiento del mismo dentro del útero”, advierte la experta en ginecología.
Además, la posibilidad de complicaciones se multiplica si una mujer padece alguna enfermedad previa.
En las clínicas de reproducción asistida, además de valorar el estado de salud general de cada mujer interesada en hacer frente a un embarazo después de los 35 años, se realizan una serie de pruebas complementarias que incluyen una analítica general, una valoración del bienestar cardiovascular, un electrocardiograma, la medición de la tensión arterial, controles mamográficos, etcétera.
Además de este control exhaustivo con el fin de comprobar que la futura madre presente el mínimo riesgo de sufrir complicaciones durante la gestación, Verdú recomienda como forma idónea de evitar posibles riesgos que las mujeres dispuestas a emprender la aventura de la maternidad tardía dispongan del mejor estado de salud posible. “El estilo de vida influye de forma fundamental a la hora de quedarte embarazada y de que el embarazo vaya bien y más aún a estas edades”, puntualiza la especialista en fertilidad.
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