El Diario del Bebé.

La sonda ecográfica es un dispositivo capaz de emitir un haz de sonidos a una frecuencia inaudible para el oído humano (ultrasonidos). Dichos sonidos chocan con diferentes estructuras (en el muslo de un feto, por ejemplo, con la piel, la grasa, los músculos y el fémur). Así, dependiendo de la capacidad de penetración en cada tejido (cuanta más agua tenga un tejido, más ecos deja pasar y menos rebota), parte de los ultrasonidos que componen el haz continúa y otra parte se refleja.

• Ecografía bidimensional o 2D. Es la modalidad que se utiliza habitualmente. Los ecos rebotados por las estructuras que atraviesa el haz de ultrasonidos son visualizados como múltiples imágenes secuenciales en escala de grises.
• Ecografía Doppler color. Modalidad de ecografía que se utiliza para visualizar fluidos en movimiento. Su principal utilidad es el estudio de la circulación sanguínea. En la pantalla del ecógrafo, las estructuras estudiadas aparecen coloreadas en tonalidades de rojo o azul, dependiendo del tipo, intensidad y dirección del flujo sanguíneo. Con ella podemos estudiar el flujo de la sangre a través de las arterias y venas, y a través del corazón fetal. Existen unos patrones de normalidad; las desviaciones de estos parámetros pueden indicar patología.
• Ecografía Doppler pulsado. También sirve para estudiar vasos sanguíneos y el corazón. Se recoge en forma de gráfica el patrón de flujo que existe en un vaso sanguíneo o en una cavidad cardiaca y se compara con patrones de normalidad. Es como un fonendoscopio (instrumento que se utiliza para detectar soplos cardíacos) de gran precisión que podemos poner directamente sobre la estructura que estamos estudiando y obtener su sonido en forma de representación gráfica. 
• Ecografía tridimensional o 3D. Se basa en la adquisición muy rápida y secuencial de múltiples planos de ecografía 2D. Con todos estos planos se forma un bloque (volumen) que se almacena. El especialista puede trabajar posteriormente con el material, ya sin la paciente delante. Así, se puede volver a descomponer dicho bloque en los tres planos del espacio, permitiéndonos "navegar" a su través para estudiar las diferentes estructuras. El efecto de superficie, por ejemplo la visualización de la cara fetal, se consigue cortando el volumen en el líquido amniótico, justo delante de la cara, y ajustando los controles de la pantalla para que sólo veamos los ecos que genera la piel de la cara fetal. 
• Ecografía 4D o 3D en tiempo real o 3D en movimiento. Con los equipos antiguos se tardaba muchos minutos en obtener un volumen 3D. Con la modernización de la tecnología se puede conseguir del orden de 24 volúmenes por segundo. Si "proyectamos" de una manera continua y en secuencia los volúmenes adquiridos, tenemos la sensación de movimiento de estos volúmenes. Es a esto a lo que llamamos ecografía 4D.

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