El Diario del Bebé.
Es posible tener incontinencia urinaria incluso antes del parto. Esto se produce porque existe una gran presión sobre el suelo pélvico, que es la musculatura inferior que contiene las vísceras del abdomen y hace posible la continencia. Tras el parto la musculatura del suelo pélvico queda dilatada y debilitada, y es posible que le cueste realizar su función. La incontinencia típica posparto se denomina técnicamente “de esfuerzo”, porque se produce acompañando a un esfuerzo que aumenta la presión abdominal, como toser o reírse.
En la mayoría de casos la incontinencia se soluciona al recuperar el tono muscular. Sin embargo, es fundamental reconocer que se está teniendo incontinencia de orina para acudir a un experto y poder iniciar un tratamiento efectivo de forma precoz. El no abordar el problema conduce casi siempre a alteraciones muy importantes al cabo de los años, que en aquel momento serán muy difícilmente tratables.
La mayoría de casos se solucionan con ejercicios específicos, entre los que se utilizan más habitualmente se hallan los ejercicios de Kegel. En cualquier caso, existen unidades muy especializadas, como las disponibles en los Hospitales Clínic o Sant Joan de Déu, que permiten evaluar cada caso de forma individualizada y establecer de la forma más rápida posible las soluciones.
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