La llegada del bebé supone muchos cambios en nuestra vida. Con la siguiente perspectiva general podemos hacernos una idea de cómo serán las primeras semanas de la nueva mamá.
Durante la primera semana en casa, la mamá seguirá teniendo contracciones uterinas, los pechos llenos de leche y congestionados, probablemente sentirá molestias en el área de la episiotomía o la cicatriz de la cesárea, y las piernas pueden seguir hinchadas. La mayoría de las nuevas mamás, sigue usando la ropa de embarazada por su comodidad; de hecho, de perfil puede parecer que siguen embarazadas.
Las primeras semanas son un periodo de adaptación a la nueva vida. Es necesario tomarse las cosas con calma y priorizar; las tareas domésticas no son lo más importante ahora. Si pedimos ayuda a familiares o amigos, estarán encantados de poder ayudarnos.
Durante la segunda semana, es probable que disminuya la inflamación y la retención del agua, con lo que ya puede volver a utilizar alguna ropa y zapatos. Puede que al toser, reír o estornudar sufra pérdidas leves de orina. Seguramente esté feliz pero agotada; cuidar al bebé requiere mucho tiempo y energía. Los cambios de humor o la tristeza también son habituales.
En la tercera semana en casa, la inflamación y el dolor en la zona pélvica van disminuyendo, así como la inflamación de las manos. Pueden aparecer varices. El bebé no conoce la diferencia entre el día y la noche, por lo tanto sus patrones de sueño también están trastornados.
Al llegar a la cuarta semana, los músculos están mejor y permiten hacer más tareas. Aun así, hay que hacerlas lentamente porque es fácil estirar o forzar un músculo que no ha sido utilizado durante cierto tiempo. Caminar y el ejercicio ligero le hará sentir bien. Puede aparecer la primera menstruación después del parto.
Ya estamos en la quinta semana. A medida que la mamá regresa a sus actividades normales, puede esperar a que le duelan la espalda o los músculos. Ha retomado el control de la micción. Si ha vuelto al trabajo, puede hacerse cuesta arriba los primeros días. Si va a volver, su regreso requiere cierta planificación. La tristeza puerperal ha desaparecido, o estará a punto de hacerlo.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en Facebook y Twitter.
El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
