En la década de los 90 distintos estudios sugerían que los frutos secos en el embarazo podían suponer un mayor riesgo para el futuro bebé de desarrollar una alergia alimentaria. Ahora, un nuevo estudio apunta lo contrario: cuántos más frutos secos consumen las mamás, menor es el riesgo del niño de contraer una alergia.
Por Redacción, 14-06-2020 07:48:00El Diario del Bebé.
Cada vez existe más evidencia de la importancia de seguir una buena alimentación durante el embarazo, no sólo para la salud de la mujer sino también para la del bebé. Las embarazadas saben que no pueden comer alimentos crudos como la carne o el pescado, tomar alcohol ni beber mucho café. Pero, ¿qué sucede con los frutos secos? ¿También deben evitarse durante el embarazo? O, al contrario, ¿son buenos?
Desde la década de los 90 distintos estudios sugerían que los frutos secos en el embarazo podían suponer un mayor riesgo para el futuro hijo de desarrollar una alergia alimentaria. Incluso algún texto suponía que los niños no los tomaran hasta los 3 años, y no sólo por el riesgo de asfixia.
En estos últimos 10 años se han visto incrementadas las personas con algún tipo de alergia alimentaria, también en niños. De hecho, en el caso de los pequeños, las alergias más comunes son las producidas por cacahuetes, leche y mariscos. En conjunto, los frutos secos también son una fuente considerable de urgencias por alergias.
Comer frutos secos embarazada puede disminuir las alergias del bebé
Entonces, ¿qué papel tienen los frutos secos durante el embarazo y con la posibilidad de contraer una alergia alimenticia? Un estudio reciente aporta datos interesantes al respeto. Investigadores del Hospital Infantil de Boston han publicado un estudio en la revista JAMA Pediatrics en el que participaron más de 10.000 participantes en el que se comparó la alimentación de las madres con el número de niños que habían desarrollado algún tipo de alergia alimentaria.
Según los resultados, la incidencia de casos fue significativamente inferior entre aquellos niños cuyas madres habían tomado frutos secos durante su gestación que entre los pequeños de madres que habían evitado estos alimentos. En definitiva, cuántos más frutos secos consumían las madres, menor fue el riesgo para el niño de contraer una alergia alimentaria. No obstante, los investigadores piden más estudios adicionales para poder replicar estos resultados y entender mejor el porqué cada vez más niños desarrollan alergias alimentarias y cómo prevenirlas.
Fruto de este estudio no se puede asegurar que la ingesta de frutos secos durante el embarazo prevenga la alergia a estos alimentos en niños, pero lo que sí es seguro es que su consumo durante la gestación no causa alergia en la infancia.
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El diario del bebé