El Diario del Bebé.
Cuando una mujer o una pareja deciden que quieren ser papás es habitual que comiencen a consultar información relacionada con la fertilidad. Sin embargo, y aunque es comprensible que surjan dudas, no debemos fiarnos de todo lo que internet nos cuenta.
Por este motivo, Isabel Santillan, ginecóloga experta en fertilidad de Ava, la primera pulsera capaz de detectar los días más fértiles de la mujer, nos saca de dudas sobre algunas de las consultas más realizas en Google en torno a la fertilidad.
1. Hay posturas que propician el embarazo.
Falso. Intuitivamente, se tiende a pensar que aquellas posturas que retienen una mayor cantidad de esperma en el fondo de saco vaginal favorecen la fertilidad, pero esto depende de la forma del útero de cada mujer. Además, no hay ningún estudio serio que relacione determinadas posturas con una mayor fertilidad.
2. Hay que mantener relaciones todos los días.
Sí y no. Lo cierto es que, para concebir, es necesario un recuento de espermatozoides de al menos 20 millones de partes por mililitro. Por lo tanto, si la concentración espermática es lo suficientemente alta, aumentan las probabilidades de conseguir un embarazo. De ahí que muchos expertos recomienden dar un margen entre eyaculaciones.
De este modo, manteniendo relaciones un día sí y un día no, ayudaremos a que la concentración sea mayor. No obstante, si el recuento de espermatozoides del hombre nunca baja de los 40 millones/mL, es posible tener sexo todas las veces que se desee sin que repercuta en las probabilidades de concebir.
3. El orgasmo femenino facilita el embarazo.
Verdadero. “Cuando las mujeres tenemos un orgasmo, se producen contracciones uterinas que facilitan el transporte de los espermatozoides hasta el óvulo. Asimismo, el orgasmo facilita la ovulación”, explica la experta de Ava. Así, es importante disfrutar del sexo y no solo practicarlo con el único objetivo de concebir.
4. Esterilidad e infertilidad es lo mismo.
Falso. La esterilidad hace referencia a aquellas parejas que, tras un tiempo de alrededor de un año intentando concebir, no consiguen gestar. Por su parte, la infertilidad se relaciona con las parejas que, habiendo concebido, no consiguen un embarazo evolutivo y un niño a término, relacionándose con la frecuencia de abortos espontáneos. “El origen de la confusión es que, por analogía con el inglés, tienden a usarse como sinónimos”, aclara la experta en fertilidad.
5. El legrado reduce las posibilidades de un nuevo embarazo.
Falso. El legrado no reduce las posibilidades de un nuevo embarazo, salvo que haya ocasionado cicatrices o adherencias intrauterinas. En la obstetricia clásica se solía decir “mujer legrada, mujer preñada”. De hecho, algunos trabajos sugieren que la realización de un microlegrado antes de un tratamiento de fertilidad aumenta sus probabilidades de éxito. Sin embargo, si se han producido varios legrados, conviene comprobar que no quedan adherencias.
“Como vemos, muchas mujeres y parejas hacen caso a afirmaciones y consejos completamente falsos. Lo mejor, en todo caso, es recurrir a expertos que puedan resolver nuestras dudas de manera fiable y que valoren individualmente la situación de cada paciente”, concluye la ginecóloga de Ava.
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