El Diario del Bebé.
La aventura de la paternidad comienza mucho antes de la concepción. En términos generales, mujeres y hombres presentan una diferencia de unos 10 años en cuanto a salud reproductiva, es decir, que una mujer de 35 años puede tener una fertilidad similar a la de un hombre de 45 años. Sin embargo, los hombres deben ser conscientes de que con los años sus niveles de fertilidad van disminuyendo, al igual que sucede en las mujeres.
Aunque el estilo de vida actual no es el más favorable para una buena fertilidad, los especialistas coinciden en que es importante adoptar unos hábitos saludables que mejoren las posibilidades de embarazo.
CLAVES DE SALUD PARA FUTUROS PADRES
La crisis económica ha retrasado en varios años la edad a la que las parejas se plantean ser padres por primera vez. Hasta un 15 por ciento de las parejas puede encontrar serias dificultades para conseguir un embarazo. Adelantamos algunas claves que los futuros papás deberán tener en cuenta para conseguir este objetivo:
CÓMO DEBE CUIDARSE EL FUTURO PAPÁ
Por regla general se considera que es la mujer la que más debe cuidarse si desea ser madre, sin embargo, cada vez se hace más evidente que la salud reproductiva masculina se resiente cada vez más por el estilo de vida y la edad a la que se desean tener los hijos.
La doctora Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la Clínica Ginefiv, señala que sólo un diez por ciento de los hombres que acuden a la clínica como posibles donantes reúne las características adecuadas para ello.
Verdú recuerda además que aspectos como la temperatura a la que está expuesta la zona genital masculina pueden afectar a la fertilidad. Así, por ejemplo, una costumbre que puede evitarse es colocar el portátil sobre el regazo, ya que sube la temperatura en esta área del cuerpo.
Los profesionales cuyo trabajo suponga largas jornadas sentados deberán contrarrestar el contraproducente aumento de la temperatura corporal en la zona pélvica con otras medidas como las sugeridas en esta información.
La ropa masculina ajustada, ya sean calzoncillos o pantalones, tampoco ayuda y puede ser fácilmente sustituida por otra que permita una mejor circulación sanguínea en la zona.
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