El Diario del Bebé.
“Es muy frecuente que mujeres con reglas muy dolorosas tengan endometriosis. Otro de los síntomas son los sangrados irregulares, incluso fuera de las menstruaciones, y abundantes. Por eso, a las mujeres con dismenorrea y menstruaciones muy potentes deben acudir al ginecólogo para descartar esta patología”, explica a CF Antonio Requena, ginecólogo y director general médico del grupo IVI.
El especialista ha lanzado esta advertencia en el marco de la Worldwide EndoMarch (Endomarcha o Marcha Mundial por la Endometriosis), una iniciativa impulsada por la organización Million Women March para paliar la falta de información que hay sobre los síntomas y consecuencias de esta enfermedad.
“Se estima que la prevalencia de la endometriosis en la población general es de entre un 15 y un 20 por ciento. Aunque creemos que hay muchos casos que no están diagnosticados”, puntualiza el ginecólogo, añadiendo que “la mujer no puede comparar su dolor y a veces entiende que estos síntomas son intrínsecos a su condición femenina”.
Otro de los signos de la endometriosis, patología que suele manifestarse entre los 25 y los 35 años, es la aparición de quistes benignos en los ovarios. Estos quistes son los que suelen llevar al diagnóstico de la paciente. “Los quistes ováricos provocan dolor y pueden producir esterilidad”. Precisamente, ésta es la principal consecuencia de la endometriosis, puesto que la mitad de las pacientes puede tener problemas para concebir.
Y es que, como explica Requena, “los problemas de fertilidad por endometriosis vienen por dos vías. La primera es que si hay quistes muy grandes en los ovarios hay que quitarlos, y en esas cirugías también se extrae tejido ovárico sano, lo que disminuye la reserva ovárica. La única alternativa es intentar ser lo más conservador posible en el acto quirúrgico. Por otro lado, al ser una enfermedad inflamatoria, disminuye la calidad ovocitaria. El embarazo, en cambio, mejora la evolución de la endometriosis al reducir la sintomatología”, asegura.
“En endometriosis muy avanzadas las mujeres sufren dolor durante las relaciones sexuales y también al defecar. La causa es que se crean tantas adherencias en el interior del abdomen que éstas pueden afectar a vagina, recto y vejiga”, concluye el experto.
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