Embarazada en verano
Por Redacción,
06-07-2015 07:28:00
El Diario del Bebé.
Estar embarazada en la época estival tiene muchas ventajas. Al llevar menos ropa nos resulta más cómodo vestirnos, al no llevar botas ni zapato cerrado es más fácil calzarnos, apetece más pasear, la comida sana como frutas y verduras es más apetecible y darnos un chapuzón es muy relajante.
En la parte menos buena hay que señalar el inevitable calor y sus efectos. También hay que decir que no todas las embarazadas lo sufren igual y que, en este caso, no es lo mismo vivir en el norte que en el sur.
CONSEJOS PARA MITIGAR EL CALOR
- Evitar salir en las horas más calurosas. Cuando caminemos por la calle, intentaremos buscar la sombra.
- Protegernos con gafas de sol, un sombrero y protector solar.
- Aunque parezca extraño, no nos olvidaremos de una chaquetita para protegernos del aire acondicionado en supermercados, centros comerciales y medios de transporte. Los cambios bruscos de temperatura son perjudiciales.
- Un abanico pequeño en el bolso puede venirnos muy bien.
- Llevar siempre una botella de agua. Beber a menudo para evitar la deshidratación.
- Vigilar la dieta. Comer pocas cantidades pero frecuentemente, tomar mucha fruta especialmente como tentempié, ensaladas y cremas frías serán los platos estrella, carnes y pescados a la plancha o al horno y evitar el exceso de sal
- Ventilar bien la casa por la mañana y bajar bastante las persianas durante el día para evitar que las habitaciones acumulen calor.
- Hidratar la piel para evitar la sequedad y con ello los picores, especialmente en el abdomen.
- La hinchazón de pies y piernas suele resultar bastante molesta, sobre todo al final de la jornada. Para combatirla, pondremos las piernas en alto todo lo que podamos. En esa postura, existen dos ejercicios muy recomendables para mitigar esa sensación: mover los tobillos haciendo círculos, primero a un lado y luego hacia el otro; y mover los dedos de los pies hacia atrás y hacia adelante.
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