Algunas veces nos sentimos bloqueados y no sabemos cómo solucionarlo. Ya sea por la familia, por el trabajo o por problemas de salud, entramos en un círculo que se va haciendo más grande sin saber cómo salir de él. Mikah de Waart, especialista en motivación, consultor y ponente de reconocido prestigio internacional, nos enseña cómo sentirnos mejores con nosotros mismos y cómo saber hacia dónde dirigir nuestras vidas.
Aun teniendo trabajo y salud, no sé hacia dónde dirigir mi vida. ¿Cómo puedo saber qué es lo que quiero?
Esta misma reflexión se la ha planteado el 90 por ciento de la población en algún momento de su vida. Hay que darse cuenta de lo que tenemos. La salud y el trabajo son un regalo; si los tienes, mejor empezar a disfrutar de ellos. Si mañana tienes alguna enfermedad, vas a recordar cómo es de importante haber disfrutado de cada momento como éste.
Una manera sencilla y rápida de empezar a tomar conciencia de tu situación actual y hacia dónde quieres dirigir tu vida, es hacer una relación de todo aquéllo con lo que no estás satisfecho y otra con lo que verdaderamente quieres conseguir.
¿Es recomendable plantearme día a día lo que quiero para conseguirlo? ¿O es mejor dejar que las cosas pasen por sí solas?
Si yo tengo claro hacia donde quiero ir, ése es el objetivo. No obstante, ese objetivo requiere acción. Por ejemplo, si me propongo bajar 5 kilos de peso, lo ideal sería que cada día hiciera pequeños pasos que me acerquen al objetivo, no perder la meta de vista en ningún momento.
A la vez hay otra verdad. Y es que tienes que dejar fluir las cosas por sí mismas, tienes que estar abierto a que lleguen a tu vida las pequeñas causalidades que te van a ayudar a iniciarte en tu camino hacia el objetivo que te has marcado. Con esto de dejarte influir, me refiero a que tienes que dejar que esos pequeños mensajes que pasan desapercibidos en tu día a día, como por ejemplo: abrir un libro y justo lees una frase que es casi como si estuviera escrita para ti, ves a un amigo y ha realizado el cambio que tú quieres hacer, vas a un cine y la primera escena justo te emociona, “te toca” y sale una frase que a ti te inspira en ese momento… El equilibrio ideal sería marcarte un objetivo, actuar y tener la mente y el alma abiertas para dejarte llevar por la corriente de la vida.
Si confío en mi misma y en mis posibilidades de avanzar en la vida, ¿conseguiré estar más satisfecha?
Lo más probable es que sí. Por lo menos si confías en ti mismo y en tus posibilidades sentirás más fuerza y autoconfianza para iniciar los pasos. ¿Estarás más satisfecho? Eso depende… Conozco a gente que avanza mucho en la vida y no están satisfechos con ellos y con la vida. La vida te puede hacer sentir bien en cualquier momento, pero la felicidad duradera tiene que ver más con cómo te sientes en tu día a día, con tu conducta diaria, si actúas o no de acuerdo a la manera que te hace sentir feliz y estar satisfecho contigo mismo o no.
Tener más dinero o más bienes te da placer durante una temporada, pero no te da más felicidad. Sin embargo, la gente que se siente más feliz suele ser más hábil para conseguir fácilmente estos bienes… Es decir, si quieres avanzar en la vida y conseguir más bienes o riqueza material, empieza a ser más feliz.
La rutina hace que no tenga nada que me anime y me haga sentir mejor. ¿Cómo puedo cambiarla si apenas tengo tiempo libre?
La rutina de vez en cuando hace que nos durmamos o nos aburramos. Te propongo que te plantees vivir tu vida sin esa rutina. Ponte en esa situación y valora las cosas positivas y negativas que la misma te aportaba. Eso suele darle un nuevo enfoque y que valores las cosas buenas de tu manera de vivir e incorpores cosas nuevas para darle más chispa. Para iniciar otros caminos y hacer otras cosas.
¿Tengo que dejarme llevar y hacer lo que realmente quiero o tengo que seguir lo que hay establecido por norma?
Dejarte llevar es muy bonito pero también hay una realidad que quizás en España no la tuvimos demasiado en consideración en estos últimos años. No sólo vives hoy, sino también mañana. Hoy en día estamos viviendo las consecuencias del “dejarse llevar demasiado en el pasado”. Lo que hay que intentar encontrar es el equilibrio. Si sólo te estás preocupando por el futuro y de si lo vas a poder afrontar, no disfrutas del presente. Si para disfrutar del ahora evito toda la responsabilidad del futuro y vivo una vida por encima de mis posibilidades estoy creando problemas para mi mañana. Encuentra el equilibrio entre disfrutar del día a día y si te apetece darte un capricho o hacer alguna loca, ¡hazla! Pero también ten en cuenta que ¡mañana también puedes vivir! Como el futuro lo creas desde tu hoy, disfruta y hazlo bien…
Más información en www.mikahdewaart.com
El diario del bebé
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