A lo largo de la gestación, es bastante probable que sintamos un dolor de espalda moderado. Puede presentarse de tres maneras distintas: dolor en la parte posterior de la pelvis y en la parte profunda de los glúteos, dolor de cintura cuando nos paramos o sentamos o dolor de cintura cuando estamos acostadas durante la noche.
POSIBLES CAUSAS
Un cambio en la movilidad de las articulaciones puede contribuir al cambio de postura y causa molestias en la parte baja de la espalda. Esto es más común en la última parte del embarazo.
El crecimiento del útero desplaza el centro de gravedad hacia adelante, sobre las piernas, lo que puede afectar a las articulaciones que rodean la pelvis. Todas las articulaciones están más flexibles. Las causas potenciales son los aumentos hormonales.
El esfuerzo en la espalda del peso extra del embarazo, y la presión sobre los músculos debilitados y estirados del abdomen que soportan la columna vertebral, también pueden causar ese molesto dolor.
Cuando el dolor es fuerte o agudo puede ser un signo de advertencia de problemas más graves como cálculos en los riñones. Si el dolor de espalda es un problema crónico, consulte con su médico.
14 CONSEJOS PARA PONER EN PRÁCTICA
#1. Cuidar la postura. Al levantarse, ya sea de la cama o del asiento, no hacerlo bruscamente.
#2. Al caminar, trataremos de mantener las caderas hacia adelante y la espalda recta; hay que evitar arquear la espalda y sacar la tripa.
#3. El mejor apoyo para la espalda es un colchón firme. Hay que acostumbrarse cuanto antes a dormir de costado sobre el lado izquierdo. Al hacerlo, colocaremos una almohada entre las piernas para que nos ayude a mantener recta la columna vertebral dando más apoyo a la espalda.
#4. Durante el día, intentaremos encontrar un rato para poner las piernas en alto. Descansar treinta minutos de lado, sobre todo después de haber realizado algún esfuerzo, es muy recomendable.
#5. Si tenemos más hijos, dormiremos la siesta cuando ellos lo hagan. Es beneficioso para el futuro bebé.
#6. Vigilar la dieta y el aumento de peso. Hay que tener presente que es más fácil perder el equilibrio cuando estamos embarazadas.
#7. Durante el embarazo, continuaremos haciendo ejercicio dentro de las pautas establecidas; eso nos ayudará a mejorar la postura y fortalecer los músculos abdominales de cara al parto.
#8. Evitaremos cargar peso ya que eso significa aun más esfuerzo para la espalda. Si hay que levantar algo del suelo, lo haremos flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta; no doblaremos la cintura. Si es inevitable y tenemos que coger algo de peso, lo dividiremos en cargas más pequeñas, manteniéndolo cerca del cuerpo.
#9. Evitaremos pasar mucho tiempo de pie. Si no es posible, descansaremos un pie sobre algo más elevado para aliviar la tensión en la espalda.
#10. Cuando estemos sentadas, lo haremos en sillas que tengan un buen apoyo para la espalda. Para tener más apoyo, colocaremos una almohada pequeña detrás de la cintura.
#11. Evitaremos el uso de zapatos de tacón alto. Los zapatos de tacón bajo con buen apoyo en el arco del pie son los recomendados.
#12. En cuanto a la ropa, los pantalones de embarazo con banda ancha elástica ayudarán a sostener el peso extra. En tiendas especializadas, hay fajas especiales para embarazadas con apoyo abdominal que brinda ese tipo de soporte lumbar.
#13. Aplicar calor en la zona dolorida. Un masaje leve en las partes afectadas de la zona baja de la espalda aliviará la zona.
#14. En caso de dolor persistente, consulte con su médico quien le indicará las pautas a seguir.
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El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
