El Diario del Bebé.
Se entiende por episiotomía, (del griego ἐπίσιον "pubis" y τόμος "corte") a la realización de una incisión quirúrgica en la zona del perineo femenino, que comprende piel, plano muscular y mucosa vaginal, cuya finalidad es la de ampliar el canal "blando" para abreviar el parto y apresurar la salida del feto. Se realiza con tijeras o bisturí y requiere sutura. La episiotomía como técnica preventiva para evitar desgarros está contraindicada por la Organización Mundial de la Salud. Las episiotomías no previenen desgarros en o a través del esfínter anal ni desgarros vaginales. De hecho, los desgarros profundos casi nunca ocurren cuando se realiza una episiotomía.
La poca elasticidad en los músculos del periné es lo que origina la episiotomía. Mientras esta zona de tu cuerpo no logre dilatar lo suficiente, la cabeza del bebé tendría serios problemas de salir durante el movimiento expulsivo.
La episiotomía se aplica en el momento de una contracción porque gracias a esta presión la anestesia tiene mejores efectos, no obstante, es recomendable una dosis de anestesia local si las molestias persisten.
Someterte a una episiotomía tiene algunas desventajas pero ninguna de ellas afecta gravemente tu salud. Puedes presentar dolor debido a la operación y al estiramiento del perineo, pero conforme avance el tiempo la herida irá cicatrizando, los hematomas desaparecerán, y pronto te sentirás recuperada al cien por cien para reiniciar tus actividades cotidianas.
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