Una investigación realizada por el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia ha concluido que dar vitamina D como suplemento a las mujeres embarazadas favorece el desarrollo óseo en el feto, lo que se sumaría a otros efectos beneficiosos atribuidos a esta vitamina, tanto en la madre como en el bebé.
El estudio, liderado por la doctora Lorena Sabonet junto con el equipo de Obstetricia y Ginecología del centro, ha recibido el Premio a la Mejor Comunicación Oral Clínica en el XVIII Congreso de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral.
La investigación se llevó a cabo en 98 mujeres gestantes que fueron divididas en dos grupos, uno de los cuales recibió un suplemento de vitamina D a partir de la semana 20 de gestación.
En la semana 28 de embarazo se pudo observar que los niveles de vitamina D en sangre en el grupo que había recibido el suplemento eran de 4 nanogramos por mililitro superiores a los de las mujeres que no lo habían recibido, con lo que sus niveles se acercaban significativamente al nivel óptimo de vitamina D durante el embarazo (30 nanogramos por mililitro).
Además, a través de ecografías 3D se pudo observar que el índice óseo femoral de los fetos que habían recibido la vitamina D era superior al de los fetos del grupo que no fue tratado con el suplemento.
Según ha explicado la doctora Sabonet, "el metabolismo óseo experimenta diferentes modificaciones durante la gestación con el fin de garantizar la transmisión de calcio de la madre al feto", y en este proceso la vitamina D "cumple un papel fundamental". "Hemos observado que a pesar de vivir en una zona con mucho sol, la mayoría de las embarazadas llegan con falta de vitamina D", ha agregado.
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES
Las conclusiones de esta investigación podrían resultar esenciales en la prevención de numerosas enfermedades relacionadas con la carencia de vitamina D durante el embarazo, tales como la preeclampsia, la diabetes gestacional o la vaginosis bacteriana en la madre. Además, estudios recientes apuntan a que las mujeres embarazadas con déficit de vitamina D tienen un mayor riesgo de tener un parto por cesárea.
El bebé también se puede ver afectado por la insuficiencia de vitamina D en la madre y puede llegar a sufrir retraso del crecimiento intrauterino (RCIU), así como otro tipo de complicaciones entre las que destacan las infecciones respiratorias.