Limitar los niveles de ácidos grasos poliinsaturados en el embarazo puede influir en la grasa corporal del futuro niño, tal y como ha evidenciado un estudio realizado por la Medical Research Council Lifecourse Epidemiology Unit de la Universidad de Southampton (Reino Unido).
En concreto, los expertos aseguran que las mujeres embarazadas que presentan niveles altos de ácidos grasos poliinsaturados n-6 tienen bebés con mayor peso. Éstos ácidos se encuentran "en el aceite de la cocina", según manifiestan en la revista especializada 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism'.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación de este centro universitario británico ha evaluado la grasa y la masa muscular de 293 niños de entre cuatro y seis años. Estas muestras se han comparado con las recogidas de sus propias madres en el momento en el que estaban embarazadas de sus hijos.
Tras ello, se ha constatado que los niños que nacieron de madres con mayores niveles de n-6 "tienen mayor masa grasa" que los que fueron alumbrados de madres con índices más bajos de estos ácidos grasos poliinsaturados". Así lo explican los directores de este trabajo y miembros de la Universidad de Southampton, los doctores Nicholas Harvey y Rebecca Luna.
Por otra parte, y aunque con menor evidencia, los expertos también aseguran que la mayor presencia de ácidos grasos omega 3 en la madre durante su gestación, podría repercutir "en niños con menos grasa y con mejores músculos y huesos". Por ello, una estrategia de suplementación durante el embarazo "sería beneficioso", concluyen.
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