Las fechas navideñas sirven de excusa para reunirnos con familiares y amigos alrededor de una mesa repleta de comida. Aunque es un momento de celebración, hay que ser prudentes ya que Navidad es la época en la que más reacciones alérgicas a los alimentos se producen, especialmente en niños y jóvenes.
En una mesa navideña no suelen faltar uvas, turrones y mazapanes (hechos en su mayoría a base de frutos secos y huevos), y pescados y mariscos, caracterizados por ser bastante alergénicos para un determinado grupo de la población.
"Estas alergias se producen durante todo el año, aunque en Navidad se suelen dar más reacciones debido, entre otras cosas, a que en estas fechas existe una combinación de diferentes factores que provocan alergias como, por ejemplo, comer alguno de estos alimentos mientras se está tomando una copa o se está bailando. Estos factores pueden aumentar la expresión clínica de una reacción alérgica", comenta Victoria Cardona, vicepresidenta de comunicación de la Academia Europa de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI, por sus siglas en inglés).
A nivel general, estudios llevados a cabo por la EAACI demuestran que el número de reacciones alérgicas y shocks anafilácticos ha aumentando de forma considerable en los últimos diez años. Además, se estima que en la próxima década más de la mitad de la población europea estará expuesta a la aparición de alguna forma de alergia durante su vida.
La doctora ha informado de que en caso de realizar una encuesta, el 30 por ciento de las personas asegurará que es alérgica a algún tipo de alimento, mientras que cuando se hacen los análisis por parte de un alergólogo se demuestra que de todas ellas, sólo entre el "uno y el dos por ciento" tiene algún tipo de alergia.
La EAACI ha informado de que actualmente hay más de 120 alimentos identificados como potenciales desencadenantes de reacciones alérgicas que, especialmente, afectan a la población con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años dado que este colectivo tiene una tendencia mayor a asumir riesgos a la hora de llevar a cabo un autoinyector, evitar alimentos y analizar potenciales contingencias en situaciones especiales.
No obstante, la doctora Cardona ha subrayado que las personas más propensas a sufrir un episodio alergénico son las que ya han tenido problemas anteriormente o con antecedentes familiares con este mismo problema. En este sentido, la experta ha matizado que estas patologías suelen afectar "un poco más" a las mujeres.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
Los principales síntomas de estas alergias suelen ser las erupciones cutáneas con enrojecimiento y picor; hinchazón de ojos, labios, manos y pies; estrechamiento de las vías respiratorias que pueden causar sibilancias y dificultad respiratoria; sensación de ocupación de espacio dentro de la garganta; caída brusca de tensión arterial que puede producir mareos o sensación de inestabilidad; náuseas y vómitos; sensación de boca metálica; e irritación, enrojecimiento y picor de ojos.
"El 80 por ciento son síntomas cutáneos que suelen empezar por picores en las palmas de las manos y en las plantas de los pies y que, después se generaliza provocando urticaria o hinchazón de labios y párpados", ha comentado la vicepresidenta de comunicación de EAACI. Ahora bien, hay casos en los que se producen reacciones alérgicas graves que, en ciertas situaciones, pueden provocar la muerte aunque, según ha apostillado Cardona, son casos "muy poco frecuentes".
RECOMENDACIONES PARA EVITAR ESTAS ALERGIAS
Pese a que lo más recomendable es mirar y conocer los alimentos que a uno mismo le producen alergia para evitar que se produzca una reacción, la experta ha destacado la importancia de que los pacientes que ya han sido diagnosticados lleven siempre el kit de emergencia recomendado por su médico.
Según un reciente estudio, publicado en la revista de la EAACI, 'Clinical and Translational Allergy', los viajes al extranjero son un factor de riesgo y preocupación para aquellos que padecen alergias. En dicho estudio, un 9 por ciento de los encuestados señaló reacciones adversas en los aviones.
En la investigación también se indica que sólo el 38 por ciento de los pacientes que requirieron un tratamiento especial obtuvieron una respuesta satisfactoria por parte de la línea aérea. Otro de los puntos señalados en el estudio es el relacionado con la legislación insuficiente en materia de etiquetado de alimentos fuera de la Unión Europea.
Y es que, si a este hecho, se añade que el paciente no habla la lengua del país de acogida, se produce claramente una limitación de las posibilidades de viajar del paciente. Por este motivo, Victoria Cardona ha destacado la importancia que tiene que los alérgicos lleven consigo siempre un informe en inglés en el que se especifiquen los alimentos a los que son alérgicos.
El diario del bebé