El hierro es vital durante la gestación ya que el bebé dispone de las reservas de la madre para crear las suyas propias, que utilizará durante los primeros meses de vida. Además, por lo general, durante el embarazo el volumen sanguíneo aumenta en un 50 por ciento, y se requiere una gran cantidad de hierro para producir esos glóbulos rojos adicionales. Para satisfacer el aumento de las necesidades durante la gestación, deberemos tomar unos 30 miligramos diarios.
Las necesidades de hierro son aún más importantes en la segunda mitad del embarazo. De hecho, la mayoría de las mujeres no necesita aportes complementarios de hierro durante el primer trimestre; esto es una ventaja ya que en muchos casos el hierro aumenta los síntomas de náuseas y vómitos, puede irritar el estómago y causar estreñimiento.
CÓMO APORTAR HIERRO AL ORGANISMO
La mayoría de las vitaminas prenatales contienen la cantidad suficiente de hierro para satisfacer nuestras necesidades y las del bebé. Si llevamos una dieta equilibrada tal vez no necesitemos hierro adicional.
En el caso de tomar aportes complementarios de hierro, se recomienda ingerirlo con un vaso de zumo de naranja, ya que la vitamina C aumenta su absorción. En cualquier caso, al tomar dicho aporte complementario o alimentos ricos en hierro, evitaremos beber leche, café o té, ya que disminuyen dicha absorción.
Del hierro que consumimos, el cuerpo absorbe sólo del 10 al 15 por ciento y lo almacena de forma eficiente. Para mantener esas reservas necesitamos comer con regularidad alimentos ricos en hierro. Entre esos alimentos se encuentran el pescado, el pollo, las carnes rojas, las vísceras (hígado, corazón, riñones), la yema de huevo, nueces, frutas deshidratadas, verduras de hoja oscura (espinacas) o el tofu. Lo ideal es combinar un alimento que contenga vitamina C con otro que sea rico en hierro, por ejemplo, una ensalada de espinacas y naranja.
DEFICIENCIA DE HIERRO
El cansancio, los problemas de concentración, la cefalea, los vahídos o los mareos frecuentes pueden indicar una deficiencia de hierro. Una forma fácil de saberlo es revisar el interior del párpado inferior; si está recibiendo hierro suficiente, debe ser de color rosa oscuro. En cualquier caso, el médico controlará los niveles de hierro para prevenir o tratar una posible anemia.
Si estamos pensando en un posible embarazo, es importante no tener falta de hierro antes del mismo, ya que esta situación podría hacer que estuviéramos más fatigadas de lo normal una vez estuviéramos esperando el bebé.
El diario del bebé