Secreción vaginal producida durante el puerperio que contiene restos de mucosa uterina y sangre que van aclarándose progresivamente. Duran unos 15 días, o más en el caso de cesárea.
Forman parte de un proceso fisiológico normal en el que hay que vigilar la higiene para evitar infecciones. Por ello, no es aconsejable el uso de tampones. La nueva mamá puede ducharse tranquilamente pero es preferible esperar un tiempo antes de darse un buen baño.