El Diario del Bebé.

En alguna ocasión ya os hemos hablado sobre lo importante que resulta la música durante el embarazo. Tras el nacimiento del bebé, la música sigue desempeñando un trabajo interesante en su desarrollo. Al igual que ocurre con las personas adultas, la música estimula a los bebés, generando toda clase de sensaciones en base al estilo de ésta. ¿Eres de esa clase de personas que sale a correr con la banda sonora de Rocky? entonces entenderás que una canción genera energía, estimula o anima a sentirse más activo.

Muchos estudios avalan la música para bebés como elemento primordial para mejorar su capacidad cognitiva y favorecer el aprendizaje del lenguaje. También ayuda a que nuestro/a peque se intente expresar, algo muy positivo. Como veis, todo son aspectos positivos en cuanto hablamos de poner música a los más peques.

Unos ejemplos de música para bebés

Cuando pensamos en música para bebés, nos viene a la cabeza la música clásica, y casi siempre se usa para relajar al bebé. Algunos ejemplos pueden ser el Morning Mood de Grieg, el Ave Maria de Schubert o Para Elisa de Beethoven. Composiciones clásicas ligeras que ayudan a relajar al bebé y que además pueden ser estimulantes. Ojo, también podemos usar composiciones clásicas para sacarle una sonrisa. La marcha Radetzky de Strauss o La máquina de escribir de Leroy anderson pueden animar y despertar a tu peque.

Pero también hay música para bebés más allá de las composiciones clásicas. Por ejemplo, Bob Marley y su reggae nos dieron un buen número de canciones alegres y con un tono relajante. Three little birds puede ser un buen ejemplo. Y no nos podemos olvidar de los Beatles, que tienen un buen número de canciones ideales para los más peques.

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