El Diario del Bebé.
La neutropenia crónica es un trastorno poco frecuente en Pediatría, con una incidencia calculada entre 1/100.000-1/1.000.000. La mayoría tienen un curso benigno sin necesidad de tratamiento. El recuento total de neutrófilos circulantes puede resultar engañoso como predictor de riesgo infeccioso.
El estudio retrospectivo presentado recoge los pacientes diagnosticados de neutropenia entre 2007 y 2012 en un hospital de tercer nivel. Se definen criterios de inclusión y exclusión. Se clasifican en 6 grupos definidos: autoinmunes, idiopática crónica, inducida por drogas, post-infecciosa, étnica y congénita.
Los pacientes con neutropenia congénita presentan altas tasas de infección que requieren más hospitalización. Las neutropenias autoinmunes y crónicas presentan relativamente altas tasas de infección, pero mucho menores en lo que respecta a ingresos, constituyendo unas entidades de curso más benigno.
Una historia familiar de desórdenes autoinmunes o trastornos hematológicos son más frecuentes en niños con neutropenias de tipo autoinmune o idiopático crónico, aunque no de manera significativa. Sin embargo, los síntomas al debut no constituyen un factor orientativo para el diagnóstico. La mayoría de pacientes con neutropenias congénitas presentan comorbilidades, e infecciones atípicas o de repetición en el momento de ser remitidos para estudio. La neutropenia que persiste más allá de los 2 meses orienta a una etiología de tipo crónico, mientras que la mayoría de neutropenias post-infecciosas remiten antes de ese período.
La revisión de casos concluye con un algoritmo diagnóstico útil para una primera aproximación a las neutropenias.
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